El documento fue publicado en exclusiva por el diario El Confidencial y complica la posición del monarca emérito de España
La firma del rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón, aparece en los estatutos de una sociedad panameña utilizada para ocultar dinero presuntamente proveniente de coimas pagadas por la monarquía saudita por contratos a empresas españolas, según reveló la prensa española.
El documento que demuestra la implicación del ex monarca en la gestión de la estructura «off shore» creada para evadir los 100 millones de dólares que recibió en 2008 de los sauditas, en plena crisis económica, fue publicado en exclusiva por el diario El Confidencial.
Juan Carlos de Borbón firmó en 2011 los estatutos de la sociedad panameña Lucum Foundation, que era gestionada desde Suiza, y cuyo beneficiario a su fallecimiento era su hijo, el rey Felipe VI. Las nuevas revelaciones de la prensa española forman parte de las pruebas que las autoridades judiciales suizas remitieron a sus pares de España, que por primera vez en la historia investigan de forma preliminar las finanzas opacas del rey emérito, quien abdicó en 2014 desgastado tras diversos escándalos en torno a la monarquía.
Un fiscal experto en delitos económicos del Tribunal Supremo español, Juan Ignacio Campos, analiza si el padre de Felipe VI pudo haber cometido delitos fiscales y blanqueo a partir de su abdicación ya que considera que en el período anterior era inimputable, por su inmunidad como monarca.
La documentación enviada por Suiza incluye pruebas documentales y testimoniales de los gestores de los fondos que tenía el rey emérito en Suiza, así como de su ex amante, la empresaria Corinna Larsen, quien en 2012 recibió de Juan Carlos de Borbón unos 65 millones de dólares, presuntamente el dinero saudita que en ese entonces le quedaba al ex monarca en su cuenta.
El fiscal suizo Yves Bertossa investiga al rey emérito por blanqueo de capitales y cobro de comisiones por 100 millones de dólares que recibió en 2008 en la cuenta que Lucum tenía en el banco Mirabaud de Ginebra, y que presuntamente corresponden a coimas que recibió de la dinastía saudita por la adjudicación de las obras del tren de alta velocidad de Medina a La Meca.
Juan Carlos I justificó que el origen era una donación del rey de Arabia Saudita, pero no hay prueba de que sea así. Además, otras revelaciones de la prensa indican que en 2010 Juan Carlos I viajó a Suiza con un maletín con 1,7 millones de euros (1,9 millones de dólares) que dijo que había recibido del sultán de Bahréin.
Por su parte, el abogado gestor de los fondos en Suiza del rey emérito Juan Carlos de Borbón, Dante Canónica, declaró ante Bertossa en 2018 que el ex monarca le encargó «crear una estructura» para mover la donación saudita en una reunión que mantuvieron en su propio despacho en el palacio de La Zarzuela, según publicó el diario El Español en base a la documentación suiza.
Asimismo, Arturo Fasana, socio de Canónica, admitió que no existía ningún documento oficial que acreditara que el dinero saudí era un «regalo» del rey de Arabia Saudita, reveló este mismo diario. Fasana también dijo que, según sus conocimientos, el monarca no ha declarado los fondos de esta fundación offshore a las autoridades fiscales españolas: «Que yo sepa, no. Se lo tendría que preguntar a él», declaró.