Con las bajas temperaturas, es común ver a personas casi enterradas por montañas de ropa. Pero a veces mucho abrigo puede hacernos mal.
En los próximos días la ciudad recibirá una masa de aire frío que traerá temperaturas bajo cero y obligará a muchos a buscar el abrigo que pensaban que ya no iban a usar. Así, se ve ahora por la calle a algunos con varias capas de ropa encima y otros, quizás los menos, algo sueltos. ¿Existe una forma ideal para abrigarse?
Tal vez ideal no, pero sí hay algunos consejos para enfrentar las bajas temperaturas y no sufrir ni por exceso ni por falta de tela. Hay que recordar que el frío por sí solo no es el causante de enfermedades, pero sí predispone a ciertos males típicos del invierno como el goteo de nariz, la tos y la gripe; así que a tomar nota.
– El primer consejo depende de la edad: la forma adecuada de abrigarse se relaciona con el ciclo vital de la persona; entonces, los recién nacidos, niños y adultos mayores deben usar una prenda de ropa más que otros grupos etarios.
– Si vas a salir temprano de tu casa y no vas a volver hasta la noche, usá la “estrategia cebolla”; es decir, varias prendas que puedas ir sacándote y poniéndote según varíe la temperatura. Y es que si estás muy abrigado, la calefacción de los lugares cerrados te puede hacer mal; como así también el sol del mediodía, aún en invierno. Por eso lo ideal es desabrigarte si sentís calor para evitar transpirar y que esa sudoración luego se enfríe y baje tu temperatura corporal.
– Cubrirse la cabeza y no salir con el cabello mojado. Según publicó BBC Mundo a partir de una investigación de una científica canadiense, cuando se deja que la cabeza se enfríe mientras que el cuerpo se mantiene caliente, la temperatura total del cuerpo baja mucho más rápido de lo esperado. Una de las razones parece ser que el cuero cabelludo contiene muchos vasos sanguíneos muy cerca de la superficie de la piel, algo que se evidencia cuando uno se hiere la cabeza y sangra profusamente.
– Evitar “hendijas” de piel. Es decir, tratar de cubrir todo el cuerpo con la ropa para que no se filtre el aire frío por, por ejemplo, los talones o la cintura. Hay quienes usan una bufanda extra que enrollan entre el cinturón y el final del pullover para lograr un efecto “enterizo”.
– Usar plantillas o papel de diario en los calzados, esto frena el ingreso del frío.
– Usar bufandas para proteger cuello y nariz y evitar respirar aire demasiado frío.
– Otros aliados son las camisetas térmicas, los calzoncillos largos o calzas y las medias tipo cancán que vienen incluso en materiales gruesos, como la lana. Los guantes y los gorros tipo pasamontaña que cubren las orejas, otra zona del cuerpo que suele enfriarse mucho.