Uno de cada tres niños de hasta 5 años asiste a un jardín de infantes privado en la Argentina, lo que pone en evidencia «el déficit de jardines y salas maternales estatales en las provincias» pese a la existencia de leyes que obligan al Estado a garantizar la sala de cinco y de cuatro años, según un informe de la ONG Observatorio Argentinos por la Educación.
El informe da cuenta de que el 32,6% de los niños va a jardines y salas privadas y esta tendencia es más acentuada en los chicos de 45 días a un año de edad.
En esta franja, las provincias de Neuquén, Formosa, Mendoza, San Juan, San Luis y Santa Cruz no tienen oferta estatal, mientras que, por el contrario, en Salta y Tierra del Fuego no hay oferta privada para chicos del primer nivel de la educación inicial.
«El déficit de oferta estatal de jardines maternales y de infantes supone que, en ciertas zonas del país, solo acceden aquellos que pueden pagar por ella, lo que supone también inequidad en el acceso», destaca el informe.
Verona Batiuk, especialista en Educación Infantil y Alfabetización de la Organización de Estados Iberoamericanos en Argentina, aseguró que el nivel inicial «es el que mas ha crecido en los últimos años en la Argentina, pero las edades más tempranas fueron las que tuvieron una escolarización más tardía».
La especialista detalló que «de todas formas la escolarización es muy desigual por provincias» y añadió que «es precisó tener una planificación adecuada para reducir estas desigualdades».
El estudio revela que en provincias como San Juan nueve de cada diez niños están matriculados en jardines o salas de instituciones privadas y la situación es similar en Mendoza, donde el 85% de los chicos van a institutos privados.
En la salas de cinco y cuatro años, en donde la asistencia es obligatoria, el 70% de los chicos asiste a jardines estatales. Sólo en Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires hay menor participación del estado.
En la Ciudad la mayoría de los niños de 4 y 5 años asiste a jardines y salas privadas.
Para Batiuk, este fenómeno se explica «en la composición social de la población y en las tradiciones pedagógicas. En los territorios donde hay poca ruralidad, en el que la población esta mas concentrada, son más los chicos que van a instituciones privadas, que en los lugares donde hay un a mayor dispersión y no son tantas las ofertas».
La especialista acotó que la calidad educativa, sin embargo, «no se puede dirimir entre público o privado, la clave es que siempre haya una formación docente continua o que haya otros perfiles que estén atendiendo a la matrícula del nivel inicial».
En este sentido, explicó que «existen centros de cuidado que dependen de Desarrollo Social o iniciativas comunitarias de personas que instalaron un jardín de infantes en su territorio porque vieron que allí era necesario».
Batiuk destacó como desafío «expandir la matrícula estatal manteniendo los estándares de calidad, tanto a nivel edilicio como pedagógico. En este punto vemos que se está dejando aparte al juego en el nivel inicial como un instrumento pedagógico».
La especialista destacó que «no es que falten jardines, hay carencia de salas, hay que ampliar las estructuras de los que ya están, conjuntamente con la designación de cargos. Es necesario hacer una convergencia de fondos con las provincias y permitir planes de acción a mediano y largo plazo».
El mayor crecimiento de la matrícula del nivel inicial entre 2011 y 2015 se dio en el sector estatal, con un 12,7% de aumento, frente a la privada, con un 9,7. Este crecimiento se dio en el marco de la sanción de la obligatoriedad de la sala de cuatro y del compromiso de universalizar la sala de tres, detalla el informe.
No obstante, en diez provincias, Santiago del Estero, Chaco, Las Rioja, Salta, Santa Cruz, Río Negro, Chubut, Formosa, Corrientes y Neuquén, más del 80% de los niños del nivel inicial asisten a salas estatales.
En tanto en la Ciudad de Buenos Aires, el 56% de los chicos va a jardines de infantes privados.
«Es necesario una planificación, ya que si bien el nivel inicial ha crecido, esto es muy desigual por provincias. Hay que programar el crecimiento y que se siga sosteniendo en el tiempo. La distribución público privada tiene que ver en cómo hacer para incorporar a los que están afuera y donde territorialmente hay mas carencias», sostuvo Batiuk.