Es un momento de ansiedad para las personas con asma y alergias como la rinitis y conjuntivitis alérgica, dermatitis, alergias alimentarias y otras afecciones
En el marco de la Semana Mundial de la Alergia, los especialistas llaman a fomentar el cuidado, promover la concientización y tomar acciones sobre su prevención durante la pandemia generada por el coronavirus.
La mencionada pandemia es un momento de ansiedad para las personas con asma y alergias como la rinitis y conjuntivitis alérgica, dermatitis, alergias alimentarias y otras afecciones e incluso sus síntomas y reacciones pueden confundirse con los del COVID-19.
Por esa razón, se recomienda consultar con los alergólogos quienes pueden ayudar a aliviar las preocupaciones de los pacientes al identificar las diferencias entre ambos haciendo evaluaciones de salud y brindando un diagnóstico adecuado.
«Es importante estar en contacto frecuente con los médicos a los fines de solicitar información clara y actualizada sobre COVID-19 y las formas en que podría afectar sus alergias» destacó el doctor Maximiliano Gómez, Presidente Electo de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).
A raíz del distanciamiento social, las atenciones con los pacientes pueden realizarse virtualmente excepto en casos graves, como inmunodeficiencias, alergias severas como anafilaxias o asma inestable o exacerbada.
En tanto, es fundamental que los pacientes asmáticos tengan su enfermedad bajo control ya que se reducen las posibilidades de crisis o exacerbaciones, y por consiguiente, el empeoramiento por coronavirus.
«El asma y las alergias deben mantener su tratamiento regular, inclusive si estuvieran realizando tratamientos biológicos, los cuales deben suspenderse sólo en caso de infección por SARS CoV-2 mientras dure la misma.», remarcó el doctor Pablo Moreno, Presidente de la AAAeIC.
Por otro lado, los pacientes con EPOC que continúan fumando tienen una progresión grave de COVID-19 en comparación a los no fumadores.
El tabaquismo deja al organismo en condiciones vulnerables para luchar frente al coronavirus al empeora la función pulmonar, además de aumentar el riesgo de las enfermedades críticas tales como cáncer, diabetes, hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares.