CLG recorrió locales rosarinos de este rubro esencial en busca de un balance, luego de más de un centenar de días en aislamiento social
Pasaron más de 100 días desde que Alberto Fernández decretó la cuarentena en todo el país. Una medida que llevó a la mayoría de los trabajadores y rubros a modificar sus tareas, salvo los que integran la categoría de esenciales, como lo son las panaderías. Un rubro que comenzó el aislamiento abasteciendo a quienes buscaron stock de panificación, luego pasó por la meseta comercial y ahora, con la relajación de las restricciones, va retomando la «normalidad» en las ventas.
CLG visitó panaderías de la ciudad para hablar con los comerciantes que desde el día 1 de la cuarentena se tuvieron que adaptar a una modalidad llena de protocolos y medidas de seguridad.
El primero de los comerciantes reconoció que con la llegada del frío, la venta de panificado aumentó y que en los últimos 15 días hubo más movimiento. Ahora bien, remarcó el hombre, «la preocupación pasa por la postpandemia» y entre risas aclaró: «De todas formas estamos para ponerle el pecho a las balas».
Otro, coincidió, y sostuvo que su trabajo fue «casi normal«, siempre «respetando todos los protocolos» y agregó que los clientes compraron en cantidad en el comienzo, para guardar en forma de acopio.
Por último, una comerciante contempló que la venta «va repuntando de a poco», pero que sin embargo «la gente se está cuidando con los precios y se fija en lo que gasta», aunque, aclaró la misma, «los precios por ahora no han aumentado».
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