El hombre de 43 años falleció tras ser reducido por efectivos policiales. Un testigo indicó que la policía presionó el cuello contra el suelo, a pesar de que la víctima decía que no podía respirar
Tras el asesinato de Luis Espinoza, la Policía de Tucumán vuelve a estar en el ojo de la tormenta. Un hombre falleció asfixiado tras haber sido detenido por un presunto robo en el centro de la ciudad de San Miguel de Tucumán. La Justicia investiga si fue víctima de un caso de violencia institucional, dado que falleció mientras era retenido contra el asfalto por los efectivos.
A pesar de que el informe policial señaló que Walter Ceferino Nadal murió como consecuencia de un infarto cuando intentaba escapar, la autopsia reveló que el hombre de 43 años perdió la vida tras ser asfixiado.
El hecho ocurrió el miércoles pasado alrededor de las 12 en pleno centro de la capital cuando un hombre comenzó a gritar que era víctima de un robo y acusaba por el mismo a Nadal. Una agente de la policía, identificada como Jéssica Gomez acudió al lugar, pidió refuerzos y salió en persecución del sospechoso.
En ese momento, se sumaron Cristian Fernando Gómez y las agentes Diana Suárez y Claudia Vizcarra, quienes se hallaban realizando tareas de prevención en bicicleta. El informe policial indicó que cuando los agentes llegaron a la calle Las Heras, se encontraron con otros dos compañeros de la fuerza, Josué Molina y Melanie Mariel Caliva, que ya tenían reducido a Nadal en el piso.
Los efectivos informaron que, mientras se dirigían a la sede policial cercana, el detenido comenzó a decir que se sentía mal y ante la insistencia del hombre llamaron al servicio de emergencia 107, que lo trasladó al hospital Padilla donde minutos después murió de un infarto.
La fiscal Giannoni ordenó que se le realice una autopsia al cuerpo de Nadal, la cual reveló que la muerte se produjo por asfixia. Tras los resultados, la fiscal ordenó que se analicen las cámaras de seguridad de la zona y que se le tome declaración a los posibles testigos que pudieran haber presenciado el hecho, entre ellos al hombre que fue víctima del presunto robo.
Según los testigos, el uniformado presionó el cuello del sospechoso contra el suelo luego de reducirlo a pesar de que la víctima le decía que no podía respirar. Algo muy similar a lo que pasó con George Floyd, el afroamericano asesinado por policías en Minnesota, Estados Unidos.
«Eran dos efectivos los que lo redujeron, uno de ellos tenía su rodilla en la nuca, el hombre que estaba en el piso le decía que le faltaba el aire pero no lo soltaron», dijo un testigo al portal La Gaceta. «Los policías parecían no creerle que no podía respirar, pero en un momento el hombre se quedó callado y se puso blanco, ahí los efectivos se asustaron y pidieron ayuda médica», agregó.
Fuentes judiciales aseguraron que este testigo declaraba ante la fiscal del caso, quien además aguardaba el resultado de otros peritajes para resolver si ordena alguna detención.
El repudio de H.I.J.O.S. Tucumán
La agrupación H.I.J.O.S. Tucumán denunció lo sucedido mediante un comunicado y aseguró que se trató de un hecho de violencia institucional.
«A pesar de los repetidos pedidos de auxilio de Walter debido a la falta de aire, los oficiales continuaron torturándolo, tal como lo hicieran en EE.UU. las fuerzas policiales contra George Floyd, imagen que dio vueltas al mundo y que obligó a miles de personas a salir a las calle», agregó el comunicado. Y subrayaron: «Esto va contra la pretención de impunidad que buscaron los perpetradores, quienes labraron el acta informando que Walter habría muerto por un paro cardíaco producto de la persecución».
«Estos hechos no son aislados, cuentan con el aval del ministro de seguridad Claudio Maley, quien lejos de ubicarse del lado de la justicia y los derechos humanos, enarbola los antecedentes penales de la víctima«, expresó H.I.J.O.S. Tucumán. «El asesinato de Walter, junto al reciente homicidio de Luis Espinoza, se suman a la extensa lista de hechos de violencia y tortura cometidos por la policía de la provincia», agregó.
H.I.J.O.S sostuvo que «todo este accionar revela una continuidad siniestra de actuaciones del Terrorismo de Estado de la última dictadura militar, mecanismos a los que seguiremos denunciando y exigiendo NUNCA MÁS. Exigimos la inmediata separación de los agentes policiales implicados y castigo a los culpables. Exigimos una inmediata reforma de la institución policial en base a estándares internacionales de derechos humanos».