Lo anunció el Fondo Monetario Internacional (FMI)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió este jueves que la recuperación de los últimos dos meses de los mercados financieros corre el riesgo de una recaída porque es impulsado por los bancos centrales y desconectado de las perspectivas económicas.
Desde su punto más bajo de la pandemia a fines de marzo, el S&P 500 -uno de los principales indicadores de Wall Street- subió más de 35%, pese al aumento de las muertes por el coronavirus y a que la tasa de desempleo de Estados Unidos se disparó por encima del 10%.
Según el FMI, se observaron avances de esa magnitud durante períodos previos, pero de corto plazo; y los diferenciales de crédito para las empresas con grado de inversión en las economías avanzadas también son más estrechos que durante otras crisis.
“Esta divergencia plantea el espectro de otra corrección en los precios de los activos de riesgo en caso de que cambie la actitud de los inversionistas, lo que representa una amenaza para la recuperación”, dijeron Tobias Adrian y Fabio Natalucci, director y subdirector del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI, en el blog que acompaña a la actualización del informe de Estabilidad Financiera Mundial.
Para los especialistas del organismo, consignó la agencia Bloomberg, una venta masiva podría agregar estrés financiero, además de una recesión que ya se proyecta que será la peor desde la Gran Depresión.
También advirtieron que los altos niveles de deuda pueden volverse inmanejables para algunos prestatarios, con insolvencias y las pérdidas asociadas que pondrán a prueba la resilencia de los bancos.
Asimismo, las economías de mercados emergentes y frontera enfrentan riesgos de refinanciamiento y las autoridades deben monitorear de cerca las vulnerabilidades financieras mientras continúan salvaguardando la estabilidad, dijo el FMI.
Ayer, el organismo rebajó su perspectiva para la economía mundial devastada por el coronavirus, y proyectó una recesión significativamente más profunda y una recuperación más lenta de lo que anticipaba hace sólo dos meses.
El organismo ahora espera que el producto interno bruto mundial se contraiga 4,9% este año, frente a la proyección de abril de 3%.
Los bancos centrales de las economías avanzadas redujeron las tasas de interés a cerca o por debajo de cero para amortiguar el efecto del coronavirus.
Ésto, junto con el uso extensivo de herramientas como la flexibilización cuantitativa, «ha restaurado la confianza y aumentado la toma de riesgos de los inversionistas”, pero los responsables políticos deben «estar atentos a las posibles consecuencias no deseadas, como la acumulación continua de vulnerabilidades financieras en un entorno de condiciones financieras flexibles», aconsejaron Adrian y Natalucci.