Deportes

El Mundial femenino 2023 se realizará en Nueva Zelanda y Australia


La Fifa oficializó la sede del certamen, tras obtener 22 votos sobre los 13 que recibió Colombia

Pese a la campaña sudamericana que transcurrió en las últimas semanas a través de las redes sociales, la Fifa oficializó este jueves a Nueva Zelanda y Australia como sede conjunta del Mundial femenino mayor 2023, al elegirla por sobre Colombia, la otra finalista.

Este Mundial había tenido récord de postulantes, entre los que se encontró Argentina en una primera instancia, luego del éxito que se vivió en Francia 2019, donde se batieron récords de asistencia en los estadios y audiencia televisiva.

La decisión final fue tomada en una votación virtual realizada por el Consejo de la Fifa, que se reunió este jueves, donde Colombia y Conmebol no pudieron torcer la ventaja competitiva que Nueva Zelanda y Australia tenían en infraestructura y logística para un evento de este tipo.

En ese sentido, la evaluación de los expertos de la Fifa en las visitas a las postulantes le había dado a la organización conjunta de los países oceánicos la calificación más alta de 4,1 sobre cinco entre los cuatro candidatos finalistas, junto a Japón y Brasil, y donde Colombia fue última con 2,4.

La votación de los 35 miembros del Consejo de la Fifa con derecho a elegir ratificó ese punto, ya que fueron 22 votos para Nueva Zelanda-Australia, contra 13 para Colombia, la esperanza de tener un Mundial femenino en Sudamérica por primera vez.

Según trascendió, la candidatura de Colombia, según los evaluadores de la Fifa, tenía problemas de infraestructura de estadios, ya que ninguno de los que había postulado tenía la capacidad de 55.000 espectadores exigidos para una fase final de Mundial, pero también de estructura médico-sanitaria, de seguridad (no se habrían presentado garantías gubernamentales en la materia), de carácter comercial (se dice que la cifra de 22,2 millones de dólares que Colombia estima por la venta de entradas es notablemente inferior a la de Francia) e inclusive la altitud de Bogotá, posible sede del encuentro inaugural y la final, requerirían una adaptación física de las jugadoras