Política y Economía

La regulación del teletrabajo tiene luz verde para ser aprobada en Diputados


Será debatida en la sesión virtual de este jueves. El oficialismo emitió un dictamen de mayoría del proyecto, que el Interbloque de Juntos por el Cambio firmó en disidencia

La regulación del teletrabajo en la Argentina ya tiene luz verde para ser debatida este jueves, a las 16, en la sesión virtual de la Cámara de Diputados. Tal como se preveía, la Comisión de Legislación del Trabajo emitió un dictamen de mayoría con disidencias, que consensuó los principales puntos de 14 proyectos de ley sobre el tema, aunque no contempló diversas observaciones que efectuó el Interbloque de Juntos por el Cambio.

Una de ellas es la ausencia en la iniciativa de mecanismos de promoción, como incentivos fiscales, para que las pymes puedan aplicar el teletrabajo sin pagar mayores costos. Las otras están vinculadas a artículos que pueden desalentar a las empresas a instrumentar el trabajo remoto o que pueden dar lugar a planteos judiciales porque avanzan sobre las atribuciones legales de los empleadores.

Aun así, los diputados oficialistas de la Comisión de Legislación del Trabajo habían accedido a introducir algunas modificaciones sugeridas por la oposición en el proyecto. Una de las modificaciones es el agregado de que la ley entrará en vigor 90 días después de que finalice el aislamiento obligatorio, aunque los legisladores del interbloque de Juntos por el Cambio habían propuesto originariamente que ese plazo fuera de 180 días.

Otro de los cambios fue incluido en el polémico artículo 8 del proyecto, referido a la reversibilidad, es decir, la posibilidad de que un teletrabajador pueda volver a cumplir tareas de manera presencial. El texto original faculta solamente al trabajador a revocar su consentimiento para hacer teletrabajo, lo cual, según especialistas en Derecho Laboral, viola los artículos 64 y 64 de la Ley de Contrato de Trabajo, que le otorgan al empleador la facultad de organización y dirección de la empresa.

La versión original del texto sostenía que “el consentimiento prestado por la persona que trabaja en una posición presencial para pasar a la modalidad de teletrabajo, podrá ser revocado por la misma en cualquier momento de la relación” y que, “en tal caso, el empleador le deberá otorgar tareas en el establecimiento en el cual las hubiera prestado anteriormente, o en su defecto, en el más cercano al domicilio del dependiente, en el cual puedan ser prestadas”.

“Salvo que por motivos fundados se impida la satisfacción de tal deber”, fue el agregado al que accedieron los diputados del Frente de Todos para intentar el respaldo opositor, aunque en el interbloque de Juntos por el Cambio consideran de todas formas que la redacción es confusa y no impedirá los eventuales reclamos judiciales por la violación de la Ley de Contrato de Trabajo.

El encuentro por videoconferencia de la comisión fue piloteado por Vanesa Siley, del Frente de Todos, presidenta de ese grupo legislativo, quien le cedió la palabra al vicepresidente, Albor Cantard, de la UCR: tras destacar que se pudieron “encontrar puntos en común para una legislación moderna”, sostuvo que “con esta ley buscamos facilitar el trabajo en un momento especial” y reconoció que no se habían podido alcanzar “acuerdos totales” sobre el proyecto entre los diputados.

La primera en profundizar sobre las diferencias que tiene la oposición fue la diputada Mónica Frade, de la Coalición Cívica, quien dijo “no entender la urgencia para debatir una ley tan importante para los trabajadores y las empresas” y aseguró que “las pymes son las ausentes e ignoradas de este proyecto”. “Una buena ley es la que evita conflictos y no es fuente de ellos, y es la que da certezas a las partes de una relación de trabajo y que también promueve la actividad”, advirtió.