El Presidente comunicará el jueves después de reunirse con Rodríguez Larreta y Kicillof la extensión del aislamiento hasta el 12 de julio en la zona del país más afectada por el coronavirus
El gobierno nacional anunciará mañana una fuerte restricción de la circulación por 15 días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con el objetivo de amortiguar la propagación de los contagios de coronavirus y aliviar la ocupación de camas de terapia intensiva en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires. Será «el último esfuerzo» que el presidente Alberto Fernández junto al gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta le pedirán a la gente.
La decisión, que ya está tomada, no implica un regreso completo a la fase 1 de la cuarentena, ya que se mantendrán abiertos los negocios de cercanía y los bancos, pero si habrá mayores controles en el transporte público y en los puntos más concurridos del AMBA. De esta forma, el aislamiento social, preventivo y obligatorio se extenderá hasta el 12 de julio.
El Presidente volverá a reunirse este jueves en Olivos con Kicillof y Rodríguez Larreta, para luego hacer el anuncio formal. En ese sentido, fuentes oficiales citadas por la agencia Noticias Argentinas aseguraron que «todos están muy atentos a los números de camas ocupadas y el aumento de casos».
El gobierno intenta que el freno a la circulación de personas distienda la situación de las salas de terapia intensiva, que, en los últimos días, mostraron un fuerte incremento de la ocupación. En el conurbano bonaerense, una decena de municipios ya superan el 60% y se acercan al punto crítico.
A su vez, las cifras de personas con coronavirus volvieron ayer a pegar un nuevo salto: el Ministerio de Salud informó que 2.285 personas dieron positivo al test de covid-19 y los infectados en el país llegaron a 47.216. Además, se confirmaron 35 nuevas muertes, que elevaron el número de víctimas mortales a 1.078. En la provincia de Buenos Aires se alcanzó un nuevo récord, con 1.334 contagiados para una sola jornada.
Las personas autorizadas a trasladarse volverán a ser solo aquellas dedicadas a las tareas esenciales y a los comercios de cercanía de los barrios. La decisión implica un desafío para los controles gubernamentales, ya que la nueva etapa encuentra la cuarentena cerca de cumplir 100 días, con el inevitable cansancio social frente a las restricciones.