El ministro del Interior y vice premier italiano, Matteo Salvini, pidió hoy que Francia se disculpe de haber criticado el «cinismo» del Gobierno de Italia en la gestión de la crisis migratoria del Mediterráneo, mientras Roma citó al embajador de París para pedirle explicaciones por el incidente diplomático.
«No tenemos nada que aprender de ninguno en términos de solidaridad. Nuestra historia no merece ser calificada así por parte de exponentes del gobierno francés, de quien espero disculpas», planteó Salvini al hablar en el Senado.
La escalada diplomática se da además mientras figura en agenda para este viernes un encuentro en París entre el premier italiano, Giuseppe Conte, y su par francés, Emmanuel Macron.
La demanda de Salvini se dio al mismo tiempo que la cancillería italiana convocaba al embajador francés en Roma, Christian Masset, luego de las críticas del gobierno de París a la gestión migratoria del país mediterráneo.
A través de una nota oficial, el canciller Enzo Moavero Milanesi, convocó a Masset luego de «las declaraciones sobre el caso Acquarius de ayer»; en referencia a la crítica de Macron a la decisión italiana de no abrir sus puertos al barco de una ONG con más de 600 inmigrantes a bordo.
Según informó la cadena Rai, finalmente fue la encargada de negocios de la embajada francesa, Claire Raulin, quien participó del encuentro de casi una hora en la cancillería.
Macron había denunciado ayer el «cinismo» y la «irresponsabilidad» del gobierno de Italia en la gestión del barco Aquarius, varado con más de 600 inmigrantes frente a la costa italiana tras ser rechazado el lunes por las autoridades de ese país y de Malta, que finalmente será recibido por España en el puerto de Valencia.
Hoy, en el Senado, Salvini ironizó sobre la situación y aseguró que «Italia acoge a 170.000 migrantes y España a 16.000, así que el premier español tiene amplio margen para ejercitar su generosidad y acogida en las próximas semanas».
En la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, el vocero del Gobierno francés, Benjamin Griveaux, criticó «una forma de cinismo y una parte de irresponsabilidad» en la manera en que Italia ha gestionado esta situación.
A la pregunta de por qué Francia no se había propuesto para acoger el navío con 629 inmigrantes, el portavoz dijo que «está descartado crear un antecedente» y señaló que se debería haber aplicado el derecho internacional, que estipula que el puerto de recepción debe ser el más cercano al lugar del rescate.
Salvini, líder de la xenófoba Liga Norte, confirmó además hoy que su país abrirá los puertos «a naves oficiales, pero no a ONG».
«Los franceses se hacen los fenómenos pero han rechazado más de 10.000 personas en la frontera con Italia, entre ellos muchísimas mujeres y niños», agregó Salvini en su perfil de la red social Facebook, en referencia a la actitud de París en el paso fronterizo de Ventimiglia.
«No podemos ser los únicos que hacemos lo que hacemos en el Mediterráneo cargando con los costos», cerró Salvini.