El Grand Slam de los Estados Unidos se prepara en el marco de la pandemia y prevé modificaciones en sus habituales características
Luego de que se confirmara que el US Open se jugará en su fecha original del 31 de agosto al 13 de septiembre comienzan a aparecer las distintas decisiones y medidas de los organizadores para adaptarse a este contexto de pandemia. En el medio los jugadores, muchos muy molestos con la realización de este torneo.
El Grand Slam estadounidense tendrá en esta edición una gran reducción en la cantidad de jueves de línea. El único que queda es el umpire o arbitro principal, entonces para determinar si la pelota es «buena o mala» se delega esta tarea a la tecnología, el famoso ojo de halcón. Salvo en las dos canchas principales ubicadas en el complejo de Flushing Meadow habrá presencia de árbitros asistentes.
Los ball boys también serán menos: tres por cancha secundarias y seis para las canchas principales.
El torneo de dobles, tanto femenino como masculino, se ve afectado y no tendrá tantos participantes. De las 64 duplas tradicionales quedarán sólo 32. Además, las 32 parejas deberán estar compuestas por jugadores que participen del torneo de singles.
Otra decisión será la suspensión de la qualy, el «torneo» previo que dejaba a los mejores clasificados que no ingresen por merito deportivo. En este 2020 el cuadro principal se organizará con los 120 primeros lugares del ranking ATP y WTA, sumando a 8 jugadores por fuera de esos puestos que recibirán una invitación especial.
Cabe aclarar que no habrá espectadores y aseguraron que se realizarán intensos controles sanitarios de manera periódica para combatir la covid-19. En este sentido, se agregarán vestuarios para lograr un mayor aislamiento social entre los jugadores.