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«Unidas x una misma razón»: olla solidaria de Granadero Baigorria asiste a 80 familias


Viviana Iturriaga se hizo cargo de la movida solidaria y junto a su familia sirven la cena dos días a la semana. "Somos solidarios, es algo que llevamos adentro", le dijo a CLG. Conocé cómo colaborar

Por Matías Gregorio

Cuando la solidaridad nace del corazón es imparable. Y en Argentina, donde la pobreza alcanza casi a la mitad de la población, muy necesaria. Viviana Iturriaga, una vecina de la localidad de Granadero Baigorria, no utiliza sus ollas para defender a las compañías privadas que estafan al Estado, sino que las pone al servicio de los barrios donde las políticas no llegan. Desde fines de mayo, improvisó un comedor ante la necesidad de un plato de comida que se multiplicó con la pandemia del coronavirus. Hoy lo sostiene íntegramente con su familia, que día a día se las ingenia para conseguir alimentos. ¿Por qué? Porque ella pasó hambre y no quiere que nadie «transite ese dolor».

«Unidas x una misma razón», fue el nombre que escogieron para la olla solidaria que pusieron en marcha a principios de mayo tres amigas de Granadero Baigorria. Dos dos días a la semana, en Liners 2044, servían la cena para cerca de 80 familias. Pero por cuestiones climáticas, ya que hacían la olla en la vereda, y porque las dos amigas de Viviana consiguieron trabajo, la movida solidaria se trasladó al domicilio de la entrevistada, en Suipacha 1304, barrio San Miguel.

«Tratamos de dar lo más que se pueda porque la gente viene a pedir todos los días», remarcó Viviana. A través de un registro que lleva de los comensales, detalló que pasan por el lugar 109 menores y 187 mayores. «Donde estamos ahora viene gente de los barrios Camino Muerto e Industrial, siempre nos quedamos cortos con la comida», admitió. Como mínimo, sirven 160 porciones cada martes y jueves por la noche.

Para poder seguir colaborando con los vecinos de Granadero Baigorria, toda su familia se comprometió a ayudarla en la labor: «Somos muy colaboradores, las gente nos conoce y nos dice ‘qué corazón que tienen’. Somos así, somos solidarios, mi familia se crió solidariamente, es algo que llevamos adentro», aseguró. Incluso adelantó que está trabajando en el armado de un proyecto para en un futuro próximo montar un merendero o un comedor comunitario.

«La razón de esto es ayudar al otro, al prójimo. Es una necesidad que surge como gente de bajos recursos que somos. Yo lo viví en mi niñez: pasé hambre y no me gustaría que nadie transite ese dolor», expresó Iturriaga, y afirmó que la problemática va más allá de la pandemia, dado que «es una realidad que se vive hace años y todos los días». Por eso, sostendrá la iniciativa solidaria «hasta que me de el cuerpo».

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El problema de la olla solidaria de Viviana, como el de tantas otras que se montaron en todos los rincones del país, es el acceso a los alimentos necesarios para cocinar. Todo lo que consiguen es través de donaciones y campañas de recolección de fondos. «La semana pasada hicimos roscas y las vendimos para poder hacer las compras», contó la mujer.

«Mientras haya mercadería no hay ningún problema, pero tenemos mucha escasez. El Banco de Alimentos de Rosario nos dijo que no nos puede ayudar porque primero colaboran con los comedores de rosario», lamentó Viviana. Actualmente necesitan alimentos no perecederos, carne blanca, roja, verdura y condimentos. Quienes quieran colaborar pueden comunicarse a su teléfono: 3412763339.