El representante gremial Leandro Monzón destacó que "se paró la incertidumbre" sobre el futuro de la cerealera santafesina
Leandro Monzón, integrante de la Comisión Interna de Vicentin, sostuvo este viernes que la noticia de la intervención de la empresa fue «una esperanza para los trabajadores» ya que «se paró la incertidumbre» sobre el futuro de la empresa.
En diálogo con la radio online FutuRöck, Monzón sostuvo que «se paró un poco la incertidumbre en Avellaneda (Santa Fe), que venía no sólo desde diciembre que pasó lo de la cesación de pago, sino desde hace más de dos años, cuando Vicentin cerró dos procesos productivos acá y los llevó a San Lorenzo».
Según relató el representante gremial, los dueños de Vicentin «hicieron algo similar en los ’90, cuando dejaron a 1200 trabajadores afuera, y ahora la solución que dio el Gobierno, la ayuda, la intervención, fue una esperanza que le dio a los trabajadores a futuro, porque la empresa nunca dio un panorama de cómo iba a ser».
«Nosotros veníamos audiencia tras audiencia porque, además, ellos tenían una deuda que iba de 100 mil a 120 mil pesos por cada trabajador», explicó Monzón, quien aseveró que Vicentin tiene «casi 3.000 trabajadores».
«Acá nunca se paró ni se mermó la producción, y desde que salió la noticia de la intervención siempre nos consultaban a los compañeros del sindicato cómo veíamos esto, porque la palabra ‘estatización’ siempre da miedo», dijo el trabajador.
«Es que los medios hegemónicos dicen que todo lo que toca el Estado lo arruina, entonces los trabajadores nos preguntan, y nosotros les decimos que es la salvación de algo que no tenía futuro, porque la empresa iba a la quiebra y no se avizoraba otra cosa acá», aseveró.
Monzón indicó que mantuvieron varias reuniones con autoridades gubernamentales; entre ellas con el gobernador Omar Perotti, y dijo que «todavía no aparece la palabra estatización» sino que «están esperando a ver si hay ideas superadoras, que esperarán durante 60 días», el tiempo estipulado de la intervención.
Al ser consultado respecto de las protestas contra la intervención, Monzón dijo: «Yo separo en dos, las manifestaciones de la ciudadanía están bien, porque cuando nosotros hacemos huelga o movilizamos tampoco nos gusta que nos estigmaticen».
«Lo que sí repudiamos es el accionar del intendente Dionisio Scarpin y su poder político porque, cuando a nosotros nos cerraron dos procesos productivos y los ciudadanos de su ciudad se quedaron sin trabajo, él nunca se expresó ni solidarizó con sus trabajadores», cuestionó.
Scarpin fue uno de los participantes de la marcha en reclamo por la intervención de Vicentin, y, días atrás, aseveró que «hay una preocupación del avance del Estado en la sociedad privada de la Argentina».