El secretario gremial de Luz y Fuerza, Leonardo Passerini, habló con CLG sobre el accionar de los trabajadores en el marco de la pandemia y el reconocimiento de la gente
Una de las actividades que fue enmarcada como «esencial» en el decreto que firmó Alberto Fernández para dictaminar la cuarentena preventiva obligatoria, es la que realizan quienes generan, trasmiten y distribuyen la energía, un servicio básico, fundamentalmente en esta situación extraordinaria. Allí se encuentran los trabajadores de Luz y Fuerza, que desde el primer día se adaptaron a los protocolos sanitarios y continuaron su labor.
CLG dialogó con Leonardo Passerini, secretario gremial del Sindicato de Luz y Fuerza Rosario, quién detalló la situación de este sector ante la pandemia.
El gremialista contó que al principio del aislamiento obligatorio, la «incertidumbre» asomaba, pero luego, con el armado de esquemas de trabajos con guardias mínimas y sin atención al publico, pasaron los primeros 15 días. «La lucha contra la pandemia fue avanzando y nosotros fuimos cambiando los protocolos de salud e higiene para adaptarnos. Ahora trabajábamos con el 50% del personal», aseguró y agregó que quienes están afectados a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) sumaron la atención en las oficinas comerciales y de reclamos, lectura de medidores y sostuvieron las guardias mínimas.
#Capacitación #Adistancia
Lanzamos clases virtuales en #Rosario, #SantaFe y #Rafaela para nuestro personal, continuando el Plan modular técnico obligatorio. Más capacitación, mejor servicio. Agradecemos a @SergioBleynat, de la Secretaría de Tecnologías para la Gestión. pic.twitter.com/FsaRmbz4Fq— Noticias de EPE (@epeoficial) May 19, 2020
«Hemos llegado a un esquema casi normalizado y los que siguen exceptuados son los que integran grupos de riesgos«, esbozó Passerini.
En cuanto a los más de 90 días de trabajo, el secretario gremial lucifuercista sostuvo: «Pusimos todo desde el primer momento y nuestros compañeros y compañeras entendieron que es un servicio que se le presta a la sociedad y es esencial para que la gente pase la pandemia en casa». En consecuencia, enumeró algunas actividades que requieren energía eléctrica como el teletrabajo, como clases virtuales, uso internet y demás. «En estos meses se notó que es un servicio de calidad y que no sufrió mayores inconvenientes«, apuntó.
Además del trabajo en redes barriales, Passerini reveló que a pedido del gobierno provincial, la primera parte de la cuarentena los trabajos se centraron en zonas donde las instalaciones alimentan a hospitales, sanatorios o centros de campaña contra la pandemia como el hospital que se construyó en Baigorria o el centro en el predio de La Rural.
Durante las horas de trabajo, también se pudieron encontrar con reconocimientos por parte de vecinos que cuando vieron a las cuadrillas de la EPE o cooperativas de los alrededores de Rosario, mostraron su apoyo. «Eso es satisfactorio, va más allá de que estamos siempre a disposición y que no dudamos en salir para que todos los hospitales tengan las condiciones necesarias para acoger a los posibles contagiados, está bueno que te lo reconozcan», indicó.
Para el sindicalista, esto se debe al estrecho contacto que tiene Luz y Fuerza, a través de su campaña solidaria permanente, con la gente: «Eso nos llevó a que la sociedad nos haga este tipo de reconocimientos a quienes están en la calle, los vecinos salían al balcón y aplaudían. Uno siente el reconocimiento y es porque trabaja para la sociedad«.
En el final de la charla con CLG, remarcó que el sindicato «no descansa» y que continuará con su ayuda solidaria como lo viene haciendo ininterrumpidamente desde 2015. «Sabemos que la cuarentena, sumado a las políticas del gobierno anterior, afectó económicamente y mucha gente necesita de una mano. Nosotros nunca nos detuvimos ni nos vamos a detener», concluyó Leonardo Passerini.