Lo anunció Pedro Sánchez. El covid-19 se cobró la vida de más de 27 mil personas en el país europeo
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció hoy que el próximo 16 de julio España celebrará un homenaje a las más de 27.000 víctimas causadas por el coronavirus y a los «servidores públicos» que estuvieron en la «primera línea» de la lucha contra la enfermedad.
El líder socialista explicó que la ceremonia estarán presidida por el rey Felipe VI y estarán presentes las máximas autoridades de la Unión Europea (UE) -el presidente del Consejo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, además del director general de la OMS, Tedros Abdanom Ghebreyesus, entre otros.
Sánchez hizo el anuncio en el marco de la última sesión de control parlamentario al gobierno en el marco del estado de alarma, que culmina el 21 de junio.
Al igual que en las semanas previas, el presidente del gobierno remarcó que el estado de alarma -bajo el cual se impuso un duro confinamiento de más de dos meses a la población española- permitió salvar cientos de miles de vidas, y evitó «la destrucción de miles de puestos de trabajos y empresas».
«450.000 vidas se han salvado», enfatizó Sánchez al defender la gestión de su gobierno que, según dijo, también «asistió a los más vulnerables» con medidas como el ingreso mínimo vital.
Una vez más, el presidente del gobierno español respondió con un llamado al diálogo a los duros ataques del líder de la oposición, el conservador Pablo Casado, del Partido Popular (PP), a quien tomó por sorpresa con el anuncio del homenaje.
«No le preguntaba por eso. Y son 43.000 víctimas», dijo Casado, cuestionado nuevamente la cifra de muertos oficial, oficialmente 27.136 fallecidos, 25 de los cuales murieron en la última semana.
«Nadie duda en todo el mundo de que su gestión ha sido un gran fracaso», reiteró el líder de la derecha, dirigiéndose al presidente del gobierno de coalición español, al que acusó de «radical» y de generar «división», «buscando falsos culpables» a la crisis del Covid-19.
Sánchez y Casado volvieron a protagonizar un fuerte enfrentamiento pese a que el dirigente opositor había asegurado en la jornada previa que estaba dispuesto a negociar «pactos de Estado» con el gobierno de coalición para frenar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.
«Yo que pensaba que venía usted a tender la mano para llegar a acuerdos, y nos encontramos con lo de siempre», le reprochó Sánchez, que, no obstante, dijo que no entraría en sus provocaciones.
«Si usted quiere unidad, aquí tiene al gobierno; si quiere provocación, ahí tiene a la ultraderecha», concluyó el político socialista.
Tanto la derecha como la ultraderecha acusaron en reiteradas ocasiones al gobierno de manipular las cifras de las víctimas fatales del coronavirus y de no homenajearlas con un luto oficial, algo que se hizo con diez días consecutivos de duelo una vez que España empezó a relajar el confinamiento, una vez controlado el brote local.
Con su argumentado habitual, en el que responsabiliza al gobierno directamente por las víctimas del coronavirus, el líder del partido de extrema derecha Vox, Santiago Abascal, reiteró que España va camino «a la ruina», con un proyecto que genera «división» y «atropella las instituciones democráticas», y que también provoca un «efecto llamada» en la inmigración, por extender el ingreso mínimo vital a los residentes extranjeros.
«Somos como el agua y el aceite», le dijo Sánchez a Abascal, quien a través de las redes le respondió que en eso ambos están de acuerdo. «¡Distancia infinita!», escribió.