Se trata de los demócratas cristianos del Fine Gael y el centrista Fianna Fáil
Los demócratas cristianos del Fine Gael y el centrista Fianna Fáil, dos de los principales partidos políticos irlandeses alcanzaron un acuerdo tras cuatro meses de negociaciones para formar un gobierno de coalición en el que, si recibe el respaldo parlamentario de sus legisladores, también participarán los Verdes.
Los líderes de esas fuerzas políticas suscribieron hoy un documento que define las líneas políticas para el futuro Ejecutivo, un texto que será ahora sometido a votación por los grupos parlamentarios de las tres formaciones irlandesas.
Si recibe la aprobación final, un proceso que podría durar varios días, el primer ministro en funciones, el conservador Leo Varadkar, y el centrista Michaél Martin, ganador de los comicios celebrados el pasado 8 de febrero, podrían alternarse la jefatura del gobierno en la próxima legislatura.
El Fianna Fáil (FF) obtuvo 38 de las 160 bancas en juego, 35 el Fine Gael (FG) y 37 el Sinn Féin, el antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), resultados que dejaron a todos muy lejos de la mayoría absoluta.
Aunque logró un asiento menos que el FF, el Sinn Féin de Mary Lou McDonald fue el partido más votado y, en consecuencia, tomó la iniciativa para formar un gobierno progresista con otras fuerzas minoritarias y diputados independientes afines, pero hasta el momento no ha conseguido suficientes apoyos.
En este contexto y en respuesta a la urgencia provocada por la crisis del coronavirus, Varadkar y Martin, que rechazaron aliarse con el Sinn Féin, lograron acercar posiciones para cerrar un gran acuerdo entre sus partidos, que se han repartido el poder en este país durante casi un siglo, desde su creación en 1922.
«Creo que este programa de gobierno representa un nuevo comienzo para determinar cómo afrontamos asuntos de vivienda, educación, sanidad y, sobre todo, el reto generacional del cambio climático», declaró Martin.
El líder del Partido Verde, Eamon Ryan, destacó que el futuro Ejecutivo tendrá un marcado carácter ecologista, con «muchas medidas» que «cuando sean aplicadas» serán muy positivas para «la Irlanda rural».
Algunas de las demandas de los Verdes habían despertado recelos entre el sector agroalimentario irlandés, uno de sus motores económicos, ante el impacto que podrían tener los esfuerzos para reducir drásticamente en esta misma legislatura las emisiones de gases de efecto invernadero.
El programa de gobierno, según fuentes de los partidos mencionadas por la agencia EFE, también contiene una batería de medidas sociales y estará centrado en cuestiones que llevaron al electorado a castigar al Fine Gael, en el poder durante nueve años.
Varadkar acudió a la cita con las urnas el pasado febrero avalado por una economía en constante crecimiento y casi pleno empleo, pero una parte del electorado mostró su descontento por la crisis de vivienda que atraviesa el país y el deterioro de algunos servicios públicos, como la sanidad.
Además, los centristas permitieron al FG gobernar en minoría durante la pasada legislatura con un acuerdo con el que apoyaron los presupuestos generales y se abstuvieron en votaciones parlamentarias clave, como mociones de censura.
No obstante, esa posición despertó críticas de algunos sectores de la ciudadanía, que consideran que existe «compadreo» entre los hasta ahora grandes partidos irlandeses, cuya rivalidad se remonta a la Guerra Civil Irlandesa (1922 -1923).