El primer ministro dijo que detalló en su declaración los pasos tomados "al más mínimo detalle"
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, declaró este viernes como testigo durante tres horas ante una fiscal de Bérgamo, en una investigación que busca esclarecer por qué no se aisló por completo a dos localidades focos de la epidemia de coronavirus en esa provincia de la norteña región de Lombardía.
«Aclaré los pasos tomados al más mínimo detalle», sostuvo el primer ministro tras declarar ante la fiscal María Cristina Rota, que se trasladó al Palazzo Chigi, sede del Gobierno italiano en Roma, según la cadena Rai.
La Fiscalía busca establecer por qué el gobierno italiano no declaró como zona roja a las localidades de Nembro y Alzano a inicios de marzo, cuando se encontró allí un importante foco del nuevo coronavirus.
Tras escuchar al premier, Rota tomó declaración a los ministros de Salud, Roberto Speranza, y del Interior, Luciana Lamorgese, también como «personas informadas», es decir sin que por el momento se les atribuyan delitos.
Al finalizar, Rota agradeció al Ejecutivo «por las declaraciones prestadas en un clima de máxima distensión y colaboración institucional», en un diálogo con periodistas fuera de la sede del gobierno.
Antes de la declaración, Conte había defendido su actuación y planteó: «Actué en ciencia y conciencia», según una entrevista publicada hoy por el diario La Stampa.
Rota busca dilucidar si la responsabilidad de decretar la zona roja era deber del gobierno nacional o del Ejecutivo regional de Lombardía, encabezado por el opositor Attilio Fontana, en medio de cruces entre las dos administraciones por la responsabilidad de la tarea.
En ese marco, Fontana, y el responsable de Salud regional Giulio Gallera, ya declararon en mayo, también en calidad de «personas informadas».
Fontana y Gallera afirmaron ante la fiscalía que la decisión de declarar zona roja en las dos ciudades era potestad del gobierno de Conte, que ya había enviado al Ejército a la zona, una posición que se contradice con el argumento del gobierno nacional que señala que asegura que esa era una decisión de las regiones.
El líder de la ultraderechista Liga y jefe político de Fontana, Matteo Salvini, aprovechó hoy la polémica y aseguró que «la decisión de crear la zona roja era del gobierno, y la región Lombardía no tenía ninguna responsabilidad»:
Bérgamo fue noticia mundial en abril cuando decenas de camiones del Ejército debieron transportar cadáveres para ser enterrados fuera de los cementerios locales, desbordados por la alta tasa de letalidad del coronavirus en el inicio de la pandemia.
Según las sospechas de los investigadores, las autoridades regionales no quisieron declarar la zona roja para no afectar las actividades productivas de las empresas instaladas en las dos localidades, parte del corredor industrial de la región que aporta el 22% del Producto Bruto Interno (PBI) italiano.
En caso de que la Fiscalía encuentre que Conte y sus ministros tuvieron algún tipo de responsabilidad en el ejercicio de sus funciones, la investigación debería pasar al ámbito del Tribunal de los Ministros de la Corte de Apelaciones de Brescia.
Hasta hoy, 34.223 personas murieron por coronavirus en Italia desde la primera víctima registrada el 21 de febrero, incluidos 56 fallecimientos en las últimas 24 horas, informó hoy Protección Civil.
Lombardía, la región más golpeada, concentra el 59% de los 28.997 positivos actuales, incluidos el 70% de los casos registrados hoy, y acumula el 48% de las víctimas totales del país.
La declaración llegó, además, a horas de que mañana Conte abra los denominados «Estados generales» sobre economía, un encuentro de 10 días con representantes empresariales, de los trabajadores y de las finanzas para trazar una estrategia de cara a la post pandemia.
La oposición, que había sido invitada al encuentro, rechazó participar por considerar que «los debates deben darse en el Parlamento», según plantearon las fuerzas de centro y ultraderecha Liga, Fuerza Italia y Hermanos de Italia.