Siete jóvenes sudamericanos fueron engañados con la promesa de progresar deportivamente. Hay tres personas detenidas
Un jugador argentino, menor de edad, fue víctima de una red de prostitución que estafaba a jóvenes prometiéndoles un proyecto futbolístico en la ciudad española de Prado del Rey que ya fueron liberados y por el caso hay tres personas de nacionalidad española detenidas.
Así lo confirmó la Alcaldesa de Prado del Rey, Vanesa Beltrán Morales, quien señaló: «La información está bajo secreto de sumario, pero hay tres detenidos, todos españoles y se han liberado a 7 jóvenes entre ellos a un menor».
«Según traslada la Guardia Civil, el menor es argentino y los demás son todos sudamericanos», indicó en diálogo con TN, tras lo cual expresó: «Se encontraban en una circunstancias totalmente vulnerables en un domicilio de Prado del Rey».
La Alcaldesa manifestó además: «Han venido totalmente engañados y estafados por estos delincuentes. Venían con un proyecto futbolístico a una vivienda, tenían que pagar una suma fija al mes y como no tenían como pagar supuestamente los obligaban a los jóvenes a prostituirse».
La Guardia Civil liberó a los siete jóvenes el pasado miércoles y, según los investigadores del caso, la organización enviaba a captores a diferentes países de Sudamérica para reclutar jóvenes en buena forma física, a lo que prometían un futuro de éxito cuando llegaran a España, con trabajos siempre relacionados con las profesiones que desempeñaban en sus países de origen.
En tanto, señalaron que para evitar sospechas, la organización obligaba a las víctimas a pagarse el viaje a España, con el compromiso de que recuperarían el importe muy rápido con los trabajos que harían nada más llegar.
Una vez en España, la organización los recogía en el aeropuerto y los trasladaba hasta la localidad de Prado del Rey, en la sierra de Cádiz donde le retenían su documentación y les quitaban el dinero que llevaban.
«Los tenían hacinados en una sola vivienda y sólo les permitían relacionarse entre ellos, manteniéndolos en la más absoluta indigencia, llegando en ocasiones a tener que mendigar para poder subsistir», explicaron desde la Guardia Civil a medios españoles.
La alternativa, según las pesquisas de la Guardia Civil, era participar en un chat de contactos homosexuales que era gestionado y controlado por el líder de la organización y los encuentros sexuales se producían en distintas localidades de la provincia de Cádiz, incluso en pleno confinamiento.