El titular de la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca se refirió a la situación de Vicentin y dijo que se trata de "una situación excepcional en un mercado donde hay muy pocos actores"
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, afirmó este viernes que la intervención a la cerealera Vicentin «es una decisión política estratégica», y remarcó que «el instrumento para que la Argentina no pierda la empresa es la expropiación».
En diálogo con América 24 y con radio 10, el titular de la cartera agropecuaria explicó que el objetivo es «buscar caminos para que la empresa no se transnacionalice ni se desguace», ya que Vicentin «es muy relevante para la economía argentina».
Basterra cuestionó la “tendencia desastrosa del modelo (del gobierno) anterior, una de cuyas consecuencias principales fue la crisis de esta empresa, que tiene un peso importante en la estructura productiva de Santa Fe”.
Señaló que grupos extranjeros tienen el 40% de las acreencias de la cerealera, y destacó que lo que anima al gobierno «no es animaversión contra la empresa» sino que, «todo lo contrario, es el rescate de una empresa».
El ministro aclaró que “no hay una intención de llegar a un Estado empresario que capture todos los procesos de transformación ni mucho menos, pero es importante tener una empresa testigo en un sector desregulado, como es el caso de YPF en el mercado de combustibles”.
Basterra negó por otra parte un supuesto avance del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial en este tema, y remarcó que la intervención a Vicentin «es una decisión política estratégica» y que «el instrumento para que la Argentina no pierda la empresa es la expropiación».
Sobre la reunión mantenida ayer por el presidente Alberto Fernández con el titular de la empresa, Sergio Nardelli, refirió que “lo que guió la conversación fue el ánimo de que se la preserve en el ámbito nacional, con la intención de que la administre YPF, y eventualmente una sociedad con la Asociación de Cooperativas (ACA), que tiene una fuerte inserción en el mercado de granos”.
El ministro recordó que los productores perjudicados son más de 2.600, mientras ACA “tuvo la actitud de salir y hacerse cargo de la deuda comercial que tenía Vicentin”.
“Con la lógica de la convocatoria de acreedores se corre el riesgo de que se pierda una empresa muy importante, y el objetivo del Gobierno es que no desaparezca y con ella los puestos de trabajo”, ratificó.
Basterra señaló que los directivos de Vicentin “están en una posición muy débil, pero pueden explorar opciones creativas para que se cumplan determinados objetivos”.
También, aclaró que «ésta es una situación excepcional en un mercado donde hay muy pocos actores», y señaló que el fracaso económico de la empresa, que acumula una deuda de US$ 1.500 millones, «está vinculado con la especulación financiera».
El ministro expresó que “hubiera aspirado a que Vicentin tuviera otra conducción, que no hubieran cometido los errores que cometieron y no se hubieran identificado con un modelo de especulación como fue el que propuso Mauricio Macri”.
“Eso fue lo que finalmente los llevó a entrar en una convocatoria en la que no se percibe una salida sana y se corre un gran riesgo de trasnacionalización de la empresa”, remarcó.
“Lo que hay, -sintetizó Basterra-, es una visión estratégíca que cambia la forma de intervenir del Estado para que haya una compañía próspera, que no quede tambaleando, mientras se investiga la anomalía de que el Banco de la Nación haya puesto tantos recursos en una sola empresa”.
Por último, el ministro ratificó que los directivos de Vicentin se reunirán hoy con el interventor Gabriel Delgado, con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y con autoridades de YPF.