Todo apunta a que la administración de Alberto Fernández deberá pedir una nueva extensión de plazos
El gobierno se dispone a presentar hoy la nueva oferta a los acreedores para tratar de arribar a un acuerdo de renegociación de deuda por unos US$ 66.000 millones, pero igual habría un período de «alargue» de al menos diez días más para terminar de cerrar un acuerdo, estimaron fuentes oficiales.
Todo apunta a que la administración de Alberto Fernández deberá pedir una nueva extensión de plazos, porque los tiempos no permitirían cerrar la delicada negociación.
A su vez, trascendió que se trabaja en ofrecer un incentivo para terminar de convencer a los acreedores.
Fuentes oficiales indicaron a Página/12 que entre los posibles «endulzantes» para los bonistas puede haber un pago de US$ 500 millones el próximo año.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, evalúa usar un instrumento en el que se comprometan mayores pagos si crecen las exportaciones, ya que en ese caso habría más dólares disponibles.
En un comienzo el Gobierno realizó una oferta con valor de recupero cercana al 40% (usando una tasa de descuento del 10%).
Pero fue rechazada de plano por los fondos de inversión, que ambicionaban una reestructuración que les permitiese recuperar hasta el 60%.
En el mercado, este jueves la percepción era que ambas partes cedieron cerca de 10 puntos para avanzar en un acuerdo que dejaría la propuesta en un punto intermedio de 50.
Si esta especulación prospera, el Gobierno presentará una oferta con un recupero más cerca del 50% que del 40% inicial.
El Presidente ya había deslizado la posibilidad de extender el plazo de negociación otros diez días.
Guzmán trabajó este jueves contra reloj, junto a ejecutivos del banco Lazard -representante argentino ante los fondos de inversión-, en la nueva propuesta.
El último plazo acordado de negociación por la reestructuración de la deuda vencerá este viernes, pero la impresión de ambas partes es que se prorrogaría al menos dos semanas más, con una nueva presentación ante la Comisión de Valores (SEC) de los Estados Unidos.
Guzmán ya había anticipado que la oferta no se apartará de la prioridad acordada con el FMI, de hacer sustentable los pagos de la deuda.
El gobierno sumaría a la oferta el pago de un cupón ligado al volumen de las exportaciones, y no a la evolución del Producto Bruto Interno (PIB), que aumentaría el valor presente en dos dólares más, estimaban analistas de mercado.
Guzmán sostuvo esta semana que el Gobierno mejoraría la propuesta de pago a los bonistas aunque advirtió que será «muy modesta» en términos de baja de capital y «sostenible» en el tiempo en el pago de los intereses.