El secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza conversó con CLG sobre esta modalidad de trabajo, que se implementó con la pandemia y algunos empresarios quieren sostener
Con la pandemia de Covid-19 y el comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el territorio nacional el pasado 20 de marzo, la implementación del teletrabajo fue una solución para muchas empresas y, muchas veces, una manera para los trabajadores de sostener sus puestos de trabajo. Sin embargo, a medida que las actividades se van flexibilizando, muchos trabajadores deberían volver a sus espacios laborales. No todos lo están haciendo, ya que algunos empleadores pretenden mantenerlos teletrabajando y afirman que es lo que se viene.
“Las crisis son oportunidades, sobre todo para los poderosos. Por eso, vemos con preocupación que haya empresarios que quieren plantear que el teletrabajo vino para quedarse y quieren seguir con estas prácticas pospandemia. Nosotros creemos que el teletrabajo tiene que quedarse lo que dure la pandemia”, consideró Alberto Botto, secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza, en diálogo con CLG.
El sindicalista afirmó que sería una tontería resistirse a los avances tecnológicos, “pero creemos que la ciencia tiene que estar al servicio del hombre para generar una sociedad más justa y un mundo más inclusivo”. “La tecnología tiene que ser usada para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y no al revés, que vaya en desmedro de la calidad de vida o que nos suplante”, añadió.
En esta línea, Botto enumeró los problemas que genera para los trabajadores el teletrabajo: “Es muy invasivo, genera mucho estrés, genera un traslado de costos al trabajador o a la trabajadora, como la luz, internet, el gas”. Si bien reconoció que “puede llegar a solucionar algunas cuestiones, pero no es la panacea como se les vende a algunos trabajadores y trabajadoras”.
Asimismo, Botto contó a CLG que desde el Sindicato están participando de diversos foros y reuniones virtuales para conversar sobre estas problemáticas. En las mismas coinciden en que “el teletrabajo tiene que ser resistido, en principio”. “Quizás es una palabra un poco fuerte, pero nosotros como trabajadores no estamos dispuestos a resignar el trabajo presencial. La virtualidad puede resolver algunas pequeñas cuestiones, pero no todo. El lugar de trabajo tiene que ser el santuario propio donde desarrolla sus tareas”, analizó.
Teletrabajo en pandemia
“El teletrabajo durante la pandemia se necesitó, sin dudas, como una herramienta para estar en la casa y minimizar la pérdida de puestos de trabajo. Pero la pandemia se va a terminar dentro de poco y ahí es cuando tenemos que volver al trabajo presencial. No se puede resignar el trabajo presencial”, expresó Botto.
En este sentido abrió algunos interrogantes al respecto: “Si el teletrabajo fuese tan bueno para los trabajadores y las trabajadoras como se dice: ¿Realmente pensamos que habría tanta inversión al respecto? ¿Qué habría tanta propaganda para que se acepte como un hecho que vino para quedarse? ¿Realmente pensamos que es así?”.
El titular del Sindicato de Luz y Fuerza comentó que se está hablando del tema también al interior de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otras organizaciones internacionales, “donde se habla que ya la robótica afectaría 800 millones de puestos de trabajo en el mundo”.
“Si el ser humano no se une y pone un límite a toda esa tecnología, esa tecnología nos va a pasar por encima, en un tiempo no muy lejano. Esto está planteado al 2030”, adelantó.
“Para nosotros el trabajo es imprescindible, es el principal ordenador social, es lo que genera el crecimiento de un país, de una sociedad, esa movilidad ascendente se garantiza a través del trabajo, no precisamente a través de tecnologías que suplanten la mano de obra y la inteligencia humana, que es lo más difícil de reemplazar”, concluyó.