Uno de los Mundiales más emblemáticos del seleccionado argentino, y un partido recordado por “el plan” de los africanos para detener a Maradona
Este 8 de junio se cumplen 30 años del debut de Argentina en el Mundial de Italia 90, uno de los torneos más emblemáticos de la selección albiceleste en su historia. Con Diego Maradona como abanderado, cuatro años después de la estrella en México, el combinado dirigido por Carlos Bilardo debutaba con una sorpresiva derrota ante Camerún, que llevó a cabo una verdadera “cacería” para detener a Diego, que fue víctima de numerosas y muy duras infracciones.
Los africanos tuvieron un plan de juego agresivo, que se concentraba en neutralizar a los jugadores argentinos. El que más recibió fue Diego, el más talentoso y el que más daño podía causar. Siguiendo estrictamente ese estilo de juego, Camerún logró imponerse por 1 a 0, dando la gran sorpresa.
Ni el gol marcado por Francois Omam-Biyik a los 67 minutos apaciguó la cuestión: continuaron las patadas y los cortes bruscos. Gran cantidad de jugadores argentinos lo sufrieron en carne propia, pero una de las más espectaculares se la llevó Claudio Paul Cannigia, cuando voló por los aires tras el cruce de Benjamin Massing.
Mientras el africano se calzaba el botín que también voló, producto de la dura falta, una frase del histórico periodista Julio Ricardo intentaba pintar el escenario, al que definió como “la caza despiadada del hombre”.