En las primeras reuniones afectivas los rosarinos no dejaron pasar la oportunidad de usar sus parrillas. "Para el sábado al mediodía no teníamos asado de costilla", aseguró José García, de la Sociedad de Carniceros
Por primera vez desde que comenzó la cuarentena, este fin de semana los rosarinos pudieron reunirse con sus familiares y sus afectos. Después de varias semanas sin poder juntarse, el menú más elegido para los almuerzos fue el asado y eso se vio reflejado en las carnicerías.
Es que a partir del jueves la venta de asado se disparó y para el mediodía del sábado era prácticamente imposible conseguir costilla en Rosario. Así lo aseguró a CLG Radio José García, titular de la Sociedad de Carniceros de Rosario.
«Veníamos con dificultad para sacar el asado y a partir del jueves y viernes se notó esa venta. Para el sábado al mediodía en las carnicerías prácticamente no teníamos asado de costilla», explicó García. Esta falta impulsó la venta de otros cortes que quizás no venían teniendo tanta salida: «Luego se empezó a vender tapa de nalga y colita de cuadril, entre otras cosas».
Después de más de dos meses de cuarentena, los rosarinos pudieron reunirse este fin de semana y no perdieron la oportunidad de serle fiel a la costumbre argentina de poner carne sobre la parrilla. García señaló que los clientes concurrieron a las carnicerías de sus barrios: «La gente va a su carnicero y si no tiene costilla, compra otros cortes, no anda caminando. Menos en estos tiempos».
El rubro de la carne es uno de los pocos que desde que empezó la cuarentena siguió trabajando normalmente con el mismo volumen de ventas, y hasta tuvo un repunte en las primeras semanas de aislamiento. «El negocio de cercanía sirvió para que la gente no tenga que hacer largas colas en los supermercados, esto nos benefició», dijo García.
Con respecto a los valores de la carne, el titular de la Sociedad de Carniceros aseguró que «el precio este fin de semana no se modificó». Y añadió: «Hubo un pequeño aumento a principios de marzo, pero luego volvió a bajar».
Por otro lado, se refirió a la actividad de estos comercios durante la cuarentena: «No hay que olvidarse de que estas carnicerías en general son pequeños negocios atendidos por familias. La mayor preocupación pasaba por si no podíamos trabajar. Tendríamos que haber cerrado nuestras puertas, pero por suerte pudimos seguir abiertos».