La escena del ave abrazando a un hombre es de 2017, pero se propagó en las redes. Los detalles.
La imagen estremecedora de un cóndor “abrazando” a un baqueano de la Patagonia apareció en un video y se volvió viral. Según el relato, un gaucho recibía a su amigo Condorito al que había rescatado de la muerte hace un tiempo. El ave majestuosa regresaba con las alas abiertas para saludar a su protector.
Ahora se supo que la verdadera historia es un poco menos cinematográfica, pero conserva tintes dramáticos porque Condorito y su salvador podrían ser separados obligadamente. El hombre que aparece en el video es Edgardo Dellagaspera, uno de los dueños de la estancia El Cóndor, ubicada cerca de Loncopué, Neuquén. La propiedad está enclavada en una zona que es el hábitat natural de las aves. De modo que su presencia resulta común para quienes viven allí. En la estancia han rescatado cuatro cóndores en los últimos tres años para después dejarlos en libertad con la intervención de los organismos nacionales y provinciales de conservación.
Condorito apareció siendo pichón herido en una pata. Perdido de sus padres, habría muerto de no recibir atención humana. Dellagaspera y su gente lo sanaron y le enseñaron a alimentarse por sí mismo dejándole trozos de carne en descomposición en los alrededores de la estancia.
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El ave creció y comenzó a volar por sí misma. A medida que se hizo grande sus trayectos se volvieron más largos, explicaron en la estancia. De modo que en la actualidad suele ausentarse por uno o dos días. De todos modos, en el video se observa cuando Condorito todavía es un pichón y anda por allí, sobre sus patas, realizando exploraciones. Aunque es una suerte de adolescente, posee grandes dimensiones. Con sus alas abiertas se aproxima a Edgardo para cubrirlo con su plumaje y darle tiernos picotazos.
El diálogo corporal entre ambos es imperdible. “Un día de marzo apareció acá solo y con una patita lastimada. Lo estuvimos curando de una lesión que no parecía ser grave y desde ese día se me acerca cada vez que lo llamo. Cuando me contacté con la gente de Fauna me dijeron que era un pichón macho que creen que nació en octubre del año pasado y que aparentemente había perdido contacto con sus padres», relató a La Mañana.
“Generalmente nosotros le dejamos comida para que aprenda a buscarla por su cuenta. En estos últimos meses hemos padecido la muerte de algunos animales por distintos motivos y nosotros decidimos dejarlos para que él pueda alimentarse”, agregó.