Por Oscar Puebla (*)
Mi amigo Quique, quien sabe que estoy hace mucho tiempo en el mercado inmobiliario, me consultó cuál es el valor de su departamento de dos ambientes en el barrio porteño de San Telmo.
Yo, utilizando toda mi preparación académica, décadas de experiencia en tasaciones residenciales y corporativas, sumados a mis años en la Facultad de Arquitectura, le respondí como corresponde en este momento: ¡YO QUÉ SÉ! .
Y de verdad no creo que en este momento persona alguna en su sano juicio pueda decir cuál es el valor real de un departamento usado en Buenos Aires.
Podemos enumerar razones de peso.
La primera: el mercado se maneja por oferta y demanda, y ahora hay mucha oferta y poca demanda.
A diferencia de los países vecinos o del resto del mundo, el argentino medio compra una TV en 24 cuotas, pero una casa la compra de contado, cash, con la plata sobre la mesa, dólar sobre dólar ahorrado por años.
La demanda viene para abajo hace más de dos años.
En los primeros años del anterior gobierno sopló un poco de aire fresco entre el 2017 y principios del 18, con los créditos UVA.
Todos pensábamos que de verdad el mercado tomaba el rumbo correcto y que los inmuebles tendrían finalmente la llegada de sus futuros dueños.
Los desarrolladores volvieron a construir para los inversores que buscan renta y capitalización, negocio seguro que demuestra año tras año que como resguardo de capital los ladrillos fueron la mejor inversión del 2002 a la fecha.
Volvamos al presente y a mi amigo a quien todavía no le pude responder la pregunta.
Su departamento de 2 ambientes, antiguos pero bien cuidado, con balcón al frente, una superficie total de 45 m2 en San Telmo Turístico, fue tasado, por una prestigiosa inmobiliaria en mayo del 2019, en US$ 100.000, y no se vendió.
Ya tenemos una pista de que ese no era el valor de mercado.
Al 30 de mayo del 2019 el único dólar disponible era el oficial de venta libre, y se podía comprar en el banco a $45.
Un año después el único dolar que se puede comprar libremente es el MEP o el contado con Liqui, a un valor de $125. En un año subió 177%.
Entonces ¿cuál fue mi respuesta?: .
– «Si tu idea es cambiarte a un departamento más nuevo, hazlo ahora».
– «Bajá el valor de tu inmueble al menos 45% ya y, con eso, salí a comprar una casa a estrenar llave en mano en la provincia o un departamento a estrenar que, además de ser nuevo, tiene condiciones de uso que lo hacen más interesante.
Muchos tienen bajas expensas, bajo mantenimiento y están preparados para el usuario final de hoy, inversor rentista».
Finalmente mi amigo Quique decidió no vender su departamento y apostar a la recuperación del mercado en los próximos cinco años, porque este inmueble es ideal para el turismo internacional y, si de algo estamos seguros, es que nuestro país (después del «Corona»), con este dólar será más turístico que antes.
(*) Arquitecto y corredor inmobiliario.