Aquiles Gorini, Presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación (CAESI), fue asesinado a balazos en su propia casa. El hijastro de Gorini confesó el crimen y quedó detenido.
El hecho se produjo en un departamento ubicado en la avenida Callao al 1900, en el barrio porteño de Recoleta. Según informaron fuentes policiales, el detenido confesó ser el autor del hecho.
Todo comenzó el viernes por la tarde, cuando efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que realizaban tareas de despliegue territorial en la esquina de las avenidas Callao y Alvear, en el mencionado barrio del norte de la capital, recibieron el aviso por parte de un taxista acerca del hallazgo de una pistola. Al acercarse, los agentes corroboraron que se trataba de una pistola Bersa calibre 9 milímetros rota y con varios cartuchos intactos, que se encontraba tirada sobre avenida Callao.
Voceros policiales precisaron a Télam que ante esta situación, el uniformado alertó del hecho por la radio frecuencia, y en ese momento salió del palier de un edificio ubicado sobre avenida Callao al 1900 un joven de 25 años levantando las manos y diciendo: “Yo lo maté”. Los oficiales redujeron inmediatamente al sospechoso y, con la colaboración del portero del edificio, ingresaron a uno de los departamentos desde donde se escuchaban gritos desesperados de una mujer. Al entrar, los policías recorrieron la vivienda y encontraron dentro de un dormitorio el cadáver un hombre, luego identificado como Aquiles Gorini, boca abajo, sobre un charco de sangre y sin signos vitales, con al menos un orificio de bala en la espalda y cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros a su costado.
La mujer, de 52 años y nacionalidad brasileña, contó a los uniformados que el joven detenido era su hijo, también brasileño y paciente psiquiátrico quien, según su relato, había discutido con su marido y luego escuchó una serie de disparos, añadieron fuentes policiales.
Al lugar concurrió una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), cuyos profesionales certificaron la muerte de Gorini. Allí trabajaron efectivos de las comisarías 2da. y 17ma. de la Policía de la Ciudad, y el hecho era investigado por la Fiscalía 60 porteña, a cargo de Edgardo Orfila, quien también estuvo presente en el departamento.
Aquiles Gorini era un comisario retirado de la Policía Federal Argentina (PFA) y actualmente presidía la Caesi. Fue también vicepresidente de la Federación de Seguridad del Mercosur (Fesesur) y presidente Internacional de la Federación Panamericana de Seguridad Privada (Fepasep).