En un funeral privado pero televisado, la familia y allegados del hombre asesinado por la policía despide el cuerpo en medio de tristeza y bronca
Más de 10 días después del asesinato de George Floyd, se realiza el primero de sus funerales en la ciudad de Minéapolis, Minnesota. El servicio tendrá la intervención del reverendo y fundador de la Red de Acción Nacional, Al Sharpton, y el abogado de la familia, Ben Crump, quienes honraran la vida de Floyd en una ceremonia privada, pero con transmisión televisiva. El gobernador de Minnesota, Tim Walz, dijo que el homenaje del jueves sería una oportunidad para que todos se curen.
Uno de los hermanos, Philonise Floyd, le confió a un medio que George era un «gigante gentil»: «Cualquiera que conociera a Floyd no podía dejar de verlo. Tenía 1,93 metros y de alto. Conocer a mi hermano es amar a mi hermano. Es un gigante gentil, no lastimaría a nadie”.
El funeral privado comenzó en el santuario en el campus del centro de Minneapolis de la Universidad North Central. El reverendo Jessee Jackson caminó hacia el ataúd, aún cerrado, levantó las manos sobre el ataúd y luego lo escoltaron hasta su asiento.
Mientras los invitados se reunían para el funeral de George Floyd, el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, fue visto frente al ataúd de Floyd. El alcalde se arrodilló y luego se echó a llorar junto al ataúd.
“Quiero que no nos sentemos aquí y actuemos como si tuviéramos un funeral programado. George Floyd no debería estar entre los fallecidos. No murió por problemas de salud comunes. Murió por un mal funcionamiento de la justicia penal estadounidense”, dijo Sharpton.
“Entonces no es un funeral normal. No es una circunstancia normal. Pero es demasiado común. Y tenemos que lidiar con eso”.
Además de la que se desarrolla en su ciudad, habrá otras tres ceremonias fúnebres, a partir de hoy. El cuerpo de Floyd viajará después a Raeford, Carolina del Norte, donde nació hace 46 años, para un velatorio público y un funeral familiar privado el sábado.
Hubert Peterkin, alcalde del condado Hoke, dijo que no se permitirán protestas. “El memorial es sobre la vida que vivió George Floyd y es momento de abrazar a las familias con expresiones de amor y amabilidad”, explicó a través de Facebook.
El lunes se celebrará un gran funeral en Houston, donde Floyd pasó gran parte de su vida, que incluirá discursos de Sharpton, Crump y del reverendo Remus E. Wright, el pastor de la familia. Se ha mencionado la posibilidad de que asista el aspirante presidencial demócrata y exvicepresidente Joe Biden. Luego se celebrará un entierro privado.
Finalmente, el martes habrá un servicio privado, aunque no se ha informado dónde.
Las autoridades han pedido a los asistentes que mantengan el distanciamiento social, con cubrebocas y guantes, debido al temor de propagación de Covid-19.
El evento se lleva a cabo en el Santuario Frank J. Lindquist de la Universidad Central del Norte de la ciudad donde Floyd murió bajo custodia policial el pasado 25 de mayo.
Los servicios conmemorativos para honrar a George Floyd son extraordinarios: tres ciudades en seis días, con la posibilidad de que los dolientes presenten sus respetos en las comunidades donde nació, creció y murió.
Pero también lo son las circunstancias que los rodean: desde su muerte el 25 de mayo en Minneapolis, el nombre de Floyd ha sido coreado por cientos de miles de personas y ha potenciado un movimiento. Los encuentros violentos entre la policía, los manifestantes y los observadores han inflamado un país que ya se está recuperando de la pandemia de coronavirus.
La muerte de George Floyd inspiró un movimiento nacional y obligó a su familia a exigir justicia. Ahora, es hora de que honrar su vida.