La brutalidad policial que derivó en la muerte de George Floyd pasó fronteras y desde distintos puntos mostraron su descontento con el terrible hecho
Líderes mundiales, entre ellos el papa Francisco, deploraron este miércoles el crimen de George Floyd a manos de un policía en Estados Unidos, un caso que desató protestas en ese y otros países y llamados a poner fin a la brutalidad policial y la injusticia contra los afroamericanos.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dijo que la muerte de Floyd, asfixiado por un policía blanco que apoyó su rodilla sobre su cuello y que fue grabada en video, era «inexcusable» y que comprendía el motivo de las protestas que desde hace días sacuden a Estados Unidos.
El vocero de la jefa de gobierno de Alemania, Angela Merkel, expresó que la muerte fue «terrible y evitable», y el líder supremo de Irán, ayatollah Ali Jamenei, dijo que lo que hizo el policía blanco con Floyd es lo mismo que Estados Unidos hizo con el mundo con sus invasiones y agresiones.
Desde el Vaticano, el papa Francisco dijo que no se puede «tolerar ni cerrar los ojos ante ningún tipo de racismo o exclusión» y que la preocupaba y le dolía el malestar social en Estados Unidos.
En Francia, en tanto, el gobierno llamó a la calma tras una noche de violentas protestas en París por la muerte de un ciudadano francés negro en prisión y pidió no comparar el caso con el de Floyd, cuya causa también fue enarbolada por los manifestantes parisinos.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, expresó su preocupación porque la respuesta de las autoridades de Estados Unidos a los reclamos de los manifestantes haya sido «tan autoritaria» y expresó su solidaridad para quienes protestan.
En sus primeros comentarios públicos sobre el caso, Johnson dijo en el Parlamento británico que «lo que pasó en Estados Unidos fue espantoso, fue inexcusable; todos lo vimos en nuestras pantallas y entiendo perfectamente el derecho de la gente de protestar».
Agregó que las protestas en Estados Unidos, que incluyeron saqueos, incendios y enfrentamientos con la policía y son las mayores en 50 años, deberían realizarse «de manera legal y razonable», informó BBC.
Mientras Johnson hablaba, cientos de personas se reunieron en Hyde Park, uno de los principales parques de Londres, en la segunda protesta en pocos días en el Reino Unido por el crimen de Floyd, y luego marcharon hacia 10 Downing Street, la residencia oficial del premier, donde varios de ellos se enfrentaron con la policía después de que un manifestante golpeara a un uniformado.
En Sudáfrica, la canciller Naledi Pandor pidió a las fuerzas policiales de Estados Unidos ejercitar «máxima moderación» en su respuesta a las protestas por Floyd, que tenía 46 años y una hija de seis.
Así como Estados Unidos apoyó a Sudáfrica en su lucha contra el apartheid, «Sudáfrica también apoya los llamados a la acción práctica para abordar las deficiencias destacadas por los manifestantes», dijo.
En Irán, un país enemigo de Estados Unidos, Jamenei dijo que la muerte de Floyd muestra la doble vara de Estados Unidos, donde «matan a personas en un crimen público y no ofrecen disculpas, mientras pregonan sobre los derechos humanos».
«Esto no es nada nuevo, es la naturaleza estadounidense. Esto es lo que los estadounidenses han estado haciendo al mundo entero. Es lo mismo que Washington ha estado haciendo contra todo el mundo. Hizo lo mismo en Afganistán, Irak, Siria, Vietnam y muchos otros países», añadió.
También hubo protestas similares en Estocolmo, Helsinki, Atenas, Rotterdam y Ciudad del Cabo, entre otras ciudades.
En Francia, manifestantes se enfrentaron anoche con la policía durante una masiva protesta al norte de París tras conocerse los resultados de la autopsia realizada a otro hombre negro, Adama Traore, muerto en una comisaría en 2016.
Algunos de los 20.000 manifestantes arrojaron piedras y otros objetos a la policía, que respondió con gases y balas de goma y que hoy anunció 20 arrestos en las protestas, que la Justicia había prohibido para evitar contagios de coronavirus.
Algunos manifestantes llevaban carteles de apoyo a Floyd, pero la mayoría pedían justicia para Traore, un joven de 24 años que fue reducido en el suelo con una técnica policial que, según la familia, le causó la muerte horas después en un comisaría al norte de París.
Esta hipótesis no fue confirmada por los peritajes de la justicia, pero los abogados de la familia presentaron ayer las conclusiones de un nuevo informe médico efectuado al margen del procedimiento judicial y que sostiene que la dureza de la detención provocó su muerte.
Hoy, la vocera del gobierno de Emmanuel Macron pidió no comparar el caso de Traore con el de Floyd, dijo que en Francia no hay «una violencia de Estado instituida» y que hay una investigación judicial en marcha.
«La situación de los dos países no es comparable ni por su historia ni por la organización de la sociedad. Insto a tratar este tema con mucha prudencia», dijo la portavoz, Sibeth Ndiaye.