La inteligencia artificial llegó a un baño público de Shanghai, China, donde máquinas de reconocimiento facial distribuyen el papel higiénico a los usuarios, método usado para fomentar el ahorro.
«La máquina de escaneo facial puede ahorrar alrededor del 70% de papel higiénico», dijo Li Bei, un empleado de la empresa proveedora de la máquina, Shoulian Science and Technology Co, al diario local Shine. Tras escanear la cara del usuario, la máquina distribuye el papel, y no puede usarse nuevamente hasta que no pasen nueve minutos, por lo que si los usuarios necesitan más papel, pueden solicitarlo al personal de limpieza.
«Estamos considerando hacer algunos ajustes porque el área de reconocimiento facial, que tiene 1,8 metros de altura, lo cual no es conveniente para niños e incluso para algunas personas mayores», reconoció Li. Alrededor de 1.500 personas usan diariamente en promedio este inodoro de la zona del distrito Jing’an, que tiene sensores instalados para monitorear el olor y la cantidad de visitantes.
Tras el éxito observado en estos dos meses de prueba, la empresa tiene previsto ampliar esta tecnología a otras zonas de la ciudad. En otras urbes, como la capital Pekín, ya funcionan sistemas similares en lugares turísticos como el popular mercado de La Perla.
China lanzó en 2015 la «revolución de los retretes», un plan gubernamental del presidente Xi Jinping, para mejorar los baños públicos para impulsar el turismo interno y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, consignó la agencia EFE.