Por Santiago Fiszbein
Uriel Lozano es uno de los exponentes de la cumbia santafesina, pero esa que da la oportunidad para enamorarte.
Este viernes celebra sus 14 años como solista, ya que transitó su carrera artística con el Grupo Trinidad y es uno de eso cantantes románticos como Dalila o el recordado Leo Mattioli.
Antes de su show dialogó Con la gente.
_¿Cómo te preparas para este concierto celebrando tus 14 años?
_Estoy muy contento de que se pueda realizar este show en Rosario, si bien siempre estamos en Santa Fé capital, está bueno de que se de en un punto fuerte como lo es Rosario.
_¿Qué fue lo que te llamó la atención para dedicarte de lleno a la cumbia?
_Mis abuelos son de Santiago del Estero y siempre estuvieron vinculados con el folklore. Creo que uno se arrima a la música y después uno elige el género que uno quiere y también puede. Es difícil cantar tango, folklore o cumbia. Tuve la suerte de poder cantar en el Grupo Trinidad.
_¿Esa fue tu gran escuela de formación?
_Sin dudas, yo siempre digo que es una escuela, donde cada uno aprende cosas buenas e importantes. Salieron cantantes importantes como Leo Mattioli o Dalila, muchos artistas.
_¿Te molesta que te comparen o te llamen «el heredero» de Leo Mattioli?
_Viene desde que Leo dejó la vida. Yo creo que nadie es reemplazable, no soy un sucesor ni heredero, para eso está el hijo. Me molesta que se cuelguen de Leo u opinen estas cosas, yo hace 20 años que estoy con la música. A la hora de criticar son todos músicos y no escuchan lo que hago. Somos muy distintos a la hora hablar y vestirnos, al venir de la misma escuela tenemos el mismo timbre de vos, pero sólo eso. Lo bueno es que el público es el que te acompaña.
_La cumbia tiene muchos géneros ¿Crees que la cumbia santafesina es la más linda de todas?
_Porque Santa Fé es la catedral de la cumbia, la mayoría de nuestros artistas nacieron ahí como Los Palmeras o Los Lamas. Nosotros nos damos cuenta cuando una banda viene de Entre Ríos, sin desmerecer, nos damos cuenta que está grabado en Rosario por el sonido del acordeón. Es una particularidad muy bien definida que tiene Santa Fé para con los instrumentos.