Se trata de una mujer de 54 años mientras esperaba la ambulancia del servicio de emergencias que "tardó dos horas en llegar" a su vivienda ubicada en Barracas
Una mujer de 54 años falleció de coronavirus mientras esperaba la ambulancia del servicio de emergencias SAME que «tardó dos horas en llegar» a su vivienda de la Villa 21-24 de Barracas y cuyos efectores habían minimizado los síntomas respiratorios en otra visita realizada el día anterior, denunció hoy el sacerdote Lorenzo «Toto» de Vedia.
«Le hicieron el hisopado post mortem el sábado a la mañana, y hoy supimos que dio positivo para Covid 19», dijo a Télam este cura de la Parroquia Caacupé.
Se trata de Ramona Collante, quien era grupo de riesgo a pesar de ser menor de 60 años, por padecer «hipertensión».
Los otros cinco integrantes de la familia -tres hijos y dos nietos- están aislados y a la espera del diagnóstico.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Salud porteño consultadas por Télam, sostuvieron que “una vez que se recibió el llamado, el SAME tardó 14 minutos en acudir al lugar para atender a Ramona Collante» y que «se confirmó que era Covid-19 positiva”.
Luego agregaron que ya se encuentran “en contacto con la familia para determinar los contactos estrechos y hacer los estudios correspondientes”.
«Desde la parroquia Caacupé estamos indignados porque se llamó al SAME y tardó dos horas en llegar al domicilio, cuando poco antes ya había fallecido», fue el mensaje con el que el párroco dio a conocer la noticia el domingo por la mañana, cuando aún se esperaba el resultado del hisopado.
«Lo peor es que el día anterior también había ido el SAME a su domicilio, según manifestó la familia, porque tenía síntomas respiratorios, pero le dijeron ‘que se quede tranquila que iba a andar mejor’ dándole un medicamento muy menor antes de irse. Ahí también habían tardado en llegar», contó.
El sacerdote explicó que «muchas veces la ambulancia ha llegado tarde, aunque no sistemáticamente», y que los familiares y vecinos «nos quedamos con la impresión de que se podría haber salvado» si hubiera aplicado el protocolo de Covid-19 el día anterior o, incluso, si la ambulancia hubiera llegado más rápido el mismo sábado.
«El caso de Ramona manifiesta el colapso del sistema sanitario y la desidia con la cual se atiende muchos problemas sociales, sanitarios y de salud de la gente más excluida», dijo.
En ese sentido, De Vedia hizo un llamado a las autoridades porteñas para que «se acuerden que las personas de la villa también son seres humanos, que tienen la misma dignidad que otros sectores sociales».
Según el sacerdote, en la barriada «hay más de 280 casos».
«Está muy complicada la situación porque se van multiplicando los casos por contactos estrechos, y el acompañamiento de la Ciudad y de las organizaciones se complejiza más», concluyó.