Alejandro Bonalumi, Miguel Rucco y Fabio Acosta cuestionaron el accionar del Banco Central y las entidades crediticias privadas durante la pandemia del coronavirus
La introducción de medidas de distanciamiento social, atención sólo con turno y las políticas particulares de cada banco complicaron el hecho de manejarse con efectivo en pesos durante la pandemia de coronavirus. Si bien el Banco Central forzó a las entidades a elevar el monto que se puede retirar por día de cajeros automáticos, a la hora de tener que retirar cifras mayores en pesos por el sistema de ventanilla, los clientes enfrentan serias dificultades. A este problema se añaden los engorrosos trámites que deben realizar los usuarios y la imposibilidad de desarrollar las operaciones con normalidad. Dichas trabas del sistema financiero en un momento sumamente difícil generaron el repudio del sector productivo y económico de la ciudad.
Alejandro Bonalumi, Miguel Rucco y Fabio Acosta criticaron en diálogo con CLG el accionar de las entidades crediticias y pidieron normalizar lentamente la situación de la operatoria. El economista y los representantes de cámaras comerciales rosarinas aseguraron que el sistema financiero le dio «la espalda» a sus clientes, justo cuando más lo necesitaban.
Uno de los problemas que surgieron es la brecha que existe entre el límite diario que las entidades permiten extraer por cajero automático y el monto mínimo que imponen para hacer extracciones por ventanilla, ante un cajero humano. El Banco Central dejó a merced de cada entidad este piso, que en algunos bancos asciende a 100 mil pesos, mientras que por cajero sólo se pueden retirar 15 mil pesos por día. «Lo que quiere el Banco Central es evitar que haya una acumulación de gente dentro de los bancos, y específicamente limitar la costumbre de la gente de ir a ventanilla cuando se pueden realizar muchas operaciones por cajero automático», explicó Bonalumi.
Sin embargo, mencionó: «Con la situación actual, la inflación, y la necesidad de pesos que tiene la población, el sistema ya no da a basto. Llegó el momento de comenzar a dar una mayor flexibilidad también en ese sentido. El BCRA debería empezar a tomar decisiones propias en cuanto a normalizar lentamente la situación de la operatoria, tanto por cajero automático pero sobre todo por ventanilla». Y sobre esto último, puntualizó: «Históricamente, la utilización de herramientas electrónicas por parte del sistema financiero, la famosa bancarización, es muy baja, y de golpe se llevó a la gente a usar algo que no conoce y le teme. Incluso muchos han postergado decisiones y están esperando ansiosamente poder cobrar su cheque en ventanilla porque no tienen cuenta, no quieren depositarlo, o no saben. Por eso se debe normalizar de a poco el sistema financiero como servicio a la comunidad».
El reconocido economista de la ciudad consideró «exagerado» describir la situación como un corralito de hecho, aunque describió: «En su momento se sintió cuando la gente no podía acceder a sus dólares porque no había cajero automático que te entregue y por ventanilla tampoco se podía, operatoria que se revirtió. Lo que si el Banco Central está haciendo es una cantidad de restricciones y controles en el mercado cambiario». Y agregó: «Si bien no digo que no va a pasar en algún futuro si esto se desmadra, hoy utilizar a los bancos como corralitos para que la gente no acceda a su propio dinero puede ser un arma de doble filo y muy peligrosa de utilizar».
Por su parte, Miguel Rucco, presidente de la Asociación de Comerciantes de calle San Luis, mencionó que «han surgido muchas dificultades» en las distintas operaciones que suelen realizar los comerciantes, y aseveró que a raíz del las limitaciones mencionadas «la gente no dispone del efectivo para gastar en nuestros comercios».
«El sistema bancario, tanto el estatal como el privado, le dio la espalda al sector productivo en esta situación, cuando fue beneficiado ampliamente en la política económica anterior. Olvidaron que somos sus clientes», criticó Rucco.
Entre los problemas que surgieron, señaló la dificultad de poder acceder a los créditos lanzados para hacer frente a la crisis, ya que «sólo podían pedirlos quienes tenía una carpeta crediticia impecable», y también cuestionó «la burocracia de trámites para realizar cualquier operación».
«Hubo fallas del Banco Central en el manejo de la situación, deberían lanzar créditos a tasa cero para empresas que están al borde de la quiebra. Desde las entidades empresarias venimos cuestionando este manejo y si bien varias disposiciones atienden a que no haya una corrida del dólar, el sistema bancario funcionó egoístamente», afirmó el representante de los comerciantes de calle San Luis.
Fabio Acosta, presidente Asociación Casco Histórico de Rosario, sumó su testimonio sobre cómo han actuado los bancos durante la pandemia del coronavirus. «La realidad es que no estamos muy contentos. Se están portando como si la situación fuera normal, en vez de acompañar al sector productivo», juzgó.
En lo que se refiere a la crisis productiva, comentó que «hay bancos que no han absorbido los cheques de sus clientes históricos cuando no tenían fondos, y sacar los créditos con una tasa del 24% es muy dificultoso para muchos sectores porque los requisitos son demasiados».
«En términos generales se están manejando dentro de los términos normales, no hay una especie de corralito, el gobierno está haciendo todo lo posible para encuadrar la situación a las necesidades del sector productivo, pero como son entidades privadas la injerencia se ve limitada», expresó.
Y concluyó: «Se han intentado impulsar medidas para que los bancos cumplan, pero solamente los públicos lo han hecho, mientras que los privados, que son donde se manejan los comerciantes porque son más ágiles, hoy nos están jugando en contra porque no están presentes a la hora de auxiliar a sus clientes».