El paquete de medidas para superar los problemas que trajo consigo la pandemia del coronavirus equivale a 750.000 millones de euros
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, presentó este miércoles ante el Parlamento Europeo los detalles de una propuesta de fondo de recuperación de 750.000 millones de euros para afrontar la crisis económica derivada del coronavirus.
«El presupuesto europeo siempre ha estado compuesto por transferencias, esto no es nada nuevo. Subvenciones para inversiones específicas, para aumentar la cohesión. El hecho de que siempre haya funcionado demuestra que puede volver a funcionar», señaló la presidenta del Ejecutivo comunitario durante la presentación.
Del total de los fondos, la CE propone destinar a los Estados de la Unión Europea medio billón en forma de subsidios, una idea a la que se oponen los países más austeros.
Previo a la presentación oficial, el italiano Paolo Gentoni, comisario europeo de Economía, había adelantado esta mañana la cifra en la red social Twitter, y explicó que los fondos se añadían «a los instrumentos comunes ya en marcha» para «afrontar una crisis sin precedentes», según citó la agencia EFE.
Fuentes comunitarias confirmaron que el fondo será canalizado a los gobiernos principalmente a través de transferencias directas (500.000 millones) pero que también incluiría una parte de préstamos (250.000 millones).
La dotación en subvenciones ya fue preasignada por países: Italia sería la primera beneficiaria, con 81.807 millones, seguida de España, con 77.324 millones, Francia, 38.772 millones; Polonia, 37.693 millones, y Alemania, con 28.806 millones.
Los restantes 250.000 millones se concederán en forma de préstamos, que tendrán que ser devueltos por el país beneficiario.
Uno de los primeros en celebrar la medida fue el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, quien pidió «acelerar los trámites» para poder utilizar pronto los recursos, estimados para su país en un total de 172.745 millones de euros.
En cuanto a la financiación del fondo, la CE prevé emitir deuda en el mercado con el respaldo del presupuesto comunitario, aprovechando que su calificación triple A asegura bajas tasas de interés.
El reembolso del capital y los intereses sería a partir de 2028 y, para costearlo, la CE propone introducir nuevas fuentes de ingresos para el presupuesto, como un tasa al carbono en frontera, una ampliación del sistema europeo de comercio de emisiones, una tasa digital o a la operación de grandes empresas en la UE.