Ante el reciente anuncio de que los clubes podrán acceder al programa de asistencia nacional, CLG dialogó con Jeremías Salvo, presidente de la Red de Clubes Rosario
Este lunes el gobierno nacional oficializó la inclusión de los clubes deportivos en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). Según lo publicado en el Boletín Oficial, la medida es tan amplia que alcanza tanto a instituciones barriales como a equipos de Primera División. Los pequeños y medianos clubes rosarinos advierten que el pago de salarios está en riesgo si no logran acceder a la ayuda estatal.
En la reunión del gabinete económico, el viernes, se definió que dentro de los beneficiarios del programa se incluirían a los clubes deportivos, entendiendo a los mismos como aquellos establecimientos en donde se desarrollan distintos tipos de disciplinas. De esta manera, accederán a los beneficios vigentes para enfrentar los efectos económicos de la pandemia de coronavirus.
La importancia de la labor social de las instituciones deportivas fue lo que llevó a tomar dicha decisión, debido a que son espacios de recreación y esparcimiento y que, dada la situación actual, necesitan un aporte vital para su mantenimiento.
El Programa ATP incluye la reducción de hasta el 95% del pago de las contribuciones patronales; la asignación compensatoria al salario, a través de la cual el Estado se hace cargo del pago del 50% del sueldo de los trabajadores; y un sistema de créditos a tasa cero para monotributistas y autónomos con garantía del Estado Nacional, entre otros beneficios.
CLG dialogó con Jeremías Salvo, presidente de la Red de Clubes Rosario y del Club Atlético Social y Deportivo Suderland, quien habló sobre la situación que atraviesan los clubes y celebró la inclusión de los mismos en el plan de asistencia: «Es algo que se venía solicitando, dado que muchísimas entidades deportivas habían quedado por fuera de esta ayuda del Estado Nacional. El mes pasado únicamente habían accedido ocho clubes afiliados a AFA y el amplio universo del resto de los clubes quedaron fuera, por lo cual se les hacía casi imposible hacer frente a los salarios».
Además, explicó que los clubes barriales no podían acceder al ATP por no cumplir con ciertos requisitos: «Muchos clubes me planteaban la misma problemática que se les planteaba a la hora de acceder a un préstamo bancario, se les exigía un certificado de pyme, algo que los clubes no tienen por ser asociaciones civiles sin fines de lucro».
Estas instituciones deportivas y sociales mantienen sus puertas cerradas desde antes del inicio de la cuarentena y, desde entonces, sus ingresos son prácticamente inexistentes: «Tengamos en cuenta que en el mes de abril el 75% de los clubes tuvo recaudación nula y en el mes de mayo esa cifra ascendió al 77%. De esta manera, hacer frente a los salarios se torna cada vez más complicado. Estamos contentos por esta noticia, esperemos que sea accesible para las instituciones, que no sea tan engorroso y burocrático».
Salvo señaló que en su mayor medida los clubes rosarinos pudieron abonar los sueldos de abril, pero que para mayo la situación ya es más complicada: «Fue bastante complejo, pero la mayoría ha podido cumplir con los salarios, principalmente. Se les hace muy difícil a los clubes tomar créditos, han hecho un esfuerzo enorme. Hay que agradecer a los empleados que han sabido entender la situación y que han soportado todo esto».
Es por eso que el titular de la Red de Clubes bregó por el acceso al ATP: «La realidad es que hoy, sin el acompañamiento del Estado, es inviable el pago de sueldos. Estamos en una situación donde los clubes no tienen ingresos, han gastado sus últimos ahorros».
De todas formas, Salvo descartó un posible cierre de instituciones: «Los clubes son una construcción colectiva de socios, vecinos, empleados y dirigentes. No va a correr riesgo su continuidad, siempre le hemos encontrado la vuelta, pero la realidad es que no vamos a poder hacer frente a los compromisos que tenemos».
«Nos preocupa mucho el tema de los servicios. Si bien por decreto no se nos puede cortar el suministro por falta de pago y tenemos el consumo de luz y agua subsidiado, cuando uno no tiene recaudación estimamos que cuando retornemos a la nueva normalidad se va a hacer muy complejo abonar las facturas que vengan y las que quedaron pendientes».