Liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu y el centrista Beny Gantz pone fin a la crisis política más larga del país
El nuevo gobierno unitario israelí, liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu y el centrista Beny Gantz, quienes se enfrentaron en las tres últimas elecciones, pone este domingo fin a la crisis política más larga de Israel con un programa centrado en la recuperación económica por la crisis del coronavirus y la anexión de parte de Cisjordania.
«Decidimos juntos dejar a un lado las divisiones y enfrentarnos a los desafíos que la pandemia nos plantea en materia de salud, economía y sociedad», declaró Netanyahu en su discurso ante el Parlamento israelí (Knéset), en medio de un clima tenso, con interrupciones de la oposición y acusaciones de corrupción, según consigna EFE.
Netanyahu, quien finalmente consiguió retener el cargo de primer ministro, afronta en una semana un juicio en el que está procesado por delitos de cohecho, fraude y abuso de confianza en tres casos separados. El primer ministro presentó un gobierno centrado en la activación del empleo por la crisis que provocó la pandemia del coronavirus, que ha causado 1,2 millones de desempleados en el país.
También confirmó que avanzará con la polémica anexión del territorio palestino de Cisjordania, al afirmar que ha llegado el momento de iniciar y «liderar ese proceso histórico», al que definió «como un nuevo capítulo de la historia del sionismo».
El nuevo gobierno que se presenta este domingo es el resultado de largas negociaciones para reunir la mayoría parlamentaria que da apoyo a Netanyahu como jefe de Gobierno durante el primer año y medio, tras lo que Gantz le sucederá automáticamente.
Gantz defendió la formación de este Ejecutivo para evitar unas cuartas elecciones después de tres comicios en menos de un año, aunque había basado sus campañas electorales en desbancar a Netanyahu al negarse a gobernar con un acusado por corrupción.
El dirigente centrista agregó que la alternativa al gobierno de unidad que se inicia hoy era «una especie de guerra civil» y apeló a la reconciliación y a construir mecanismos de confianza entre los dirigentes y entre los campos ideológicos de derecha y centro que integrarán el nuevo gobierno.
Tras los discursos de los líderes y la votación de confianza al Gobierno, los 36 ministros que compondrán el Ejecutivo jurarán su cargo, durante una sesión que comenzó a las 13.00 hora local (10.00 GMT) y terminará con el nombramiento del nuevo presidente del parlamento.
Esta ceremonia estaba planeada primero para el miércoles y luego para el último jueves, pero debió ser postergada porque el Likud de Netanyahu y el Azul y Blanco de Gantz, no habían finalizado con el reparto equitativo de las carteras ministeriales, entre sus respectivas formaciones y socios.