La ventilación de los ambientes trae beneficios para la salud. ¿Cuáles? ¿Cómo podemos hacerlo? Todos los detalles en la nota
Ventilar la casa es una costumbre que nuestros abuelos y abuelas siempre mencionaban y creían necesario. A pesar de que mucha gente piensa que es un hábito que solo sirve para eliminar los malos olores, lo cierto es que tiene muchos más beneficios.
Cada vez es más frecuente que la gente fume dentro de casa. Además, en la actualidad, la mayoría de personas tienen trabajos que le impiden limpiar la casa con tanta frecuencia como se hacía antaño. Esto puede hacer que dentro se acumulen sustancias que son nocivas para nosotros.
De hecho, debido a la pandemia por coronavirus, en numerosos países se ha instaurado un periodo de confinamiento. Esta situación ha provocado que todo el mundo permanezca dentro de su casa o de su habitación más tiempo de lo normal.
¿Por qué es importante ventilar la casa?
Ventilar nuestra casa es más importante de lo que pensamos. Como bien sabemos, al respirar eliminamos el dióxido de carbono del cuerpo, porque resulta tóxico para el organismo. Este es uno de los pilares fundamentales.
Si no dejamos que el aire se renueve, no solo se acumula dióxido de carbono, si no que también pueden acumularse otras sustancias nocivas. Por ejemplo, el humo del tabaco si hay fumadores o el que se genera al cocinar.
Del mismo modo, si tenemos calderas, estufas o chimeneas encendidas es aún más importante. Aunque casi todos los aparatos tengan un sistema de comunicación con el exterior, es frecuente que parte de los gases se acumule en el ambiente. Esto, por supuesto, resulta perjudicial para la salud.
Entre tanto, al ventilar la casa, el aire también se carga de oxígeno y se regula la humedad. Lo mismo ocurre con los malos olores y las partículas en suspensión e incluso el polvo. Cuando ventilamos, disminuyen y mejora el ambiente.
¿Qué pasa si no hay buena ventilación?
El hecho de que no ventilemos de forma correcta puede hacer que la salud se vea perjudicada. En primer lugar, aumenta el riesgo de alergias y de infecciones. El polvo y los gérmenes tienen una mayor facilidad para acumularse.
Además, se ha visto que los rayos del sol también son beneficiosos, ya que eliminan un gran número de microorganismos. Otro aspecto para tener en cuenta es que, al ventilar y equilibrar la humedad, evitamos que prolifere moho en la estancia.
¿Cómo ventilar de manera adecuada un lugar?
Si tenemos la costumbre de hacer la cama, podemos esperar a que pasen 10 o 15 minutos después de levantarnos. Lo cierto es que para ventilar de forma correcta una habitación, o la casa completa, se pueden seguir unos consejos muy sencillos. Es importante tener en cuenta la estación del año, la humedad y la temperatura, ya que nos ayudarán a escoger el mejor momento del día para hacerlo.
Lo mejor es crear una corriente en toda la casa. Es decir, si es posible, abrir las ventanas de todas las habitaciones a la vez. Por lo general, con que pasen unos diez o veinte minutos es suficiente para renovar el aire.
Si es un dormitorio, se recomienda ventilar justo después de levantarse. Además, si hacemos la cama, lo ideal es esperar hasta que haya pasado este tiempo para que también se aireen las sábanas.
Durante el invierno, el mejor momento para ventilar es por la mañana o el mediodía. Así, la temperatura no será tan fría como por la noche. En verano es, justamente, al contrario. Debemos tener en cuenta que, cuantas más personas haya en una casa, más tiempo debe haber para la ventilación.
Lo que debemos recordar es que no es bueno que los espacios permanezcan cerrados de manera continuada. De hecho, si alguien fuma, hay algún sistema de calefacción encendido o al dormir, es recomendable ventilar con más frecuencia.
Fuente: Leonardo Biolatto (Graduado en medicina en UNC) / MejorConSalud