Ramón Carrillo fue el primer ministro de Salud de Perón y Cecilia Grierson fue la primera médica argentina y ahora las caras de la nueva moneda papel nacional
Si bien el presidente Alberto Fernández negó la creación de un nuevo billete de 5.000 pesos, fuentes del Banco Central contradicen la opinión del Ejecutivo y hasta ya diseñaron algunos prototipos del papel. La primera partida llegaría a mediados de junio, sólo falta acuerdo entre el mandatario y el BCRA.
Según publicó La Nación este sábado, ya se compraron papel y tinta para la impresión, cada billete costará alrededor de 6$ y ya tiene diseño, medidas de seguridad y cronograma de entrega. La disyuntiva entre Fernández y la entidad que maneja Miguel Pesce pasa porque la pandemia cambió la relación de la gente con el dinero, por lo que el público se refugia en «el físico» y aumentó la demanda. Dicho de otra manera: si no circula la nueva denominación, podría faltar dinero.
La historia del billete comenzó el 16 de abril cuando el director del BCRA aprobó su creación. La Casa de la Moneda ya tenía instrucciones de enviar el presupuesto y trámites para realizar el papel. En esa misma nota las características principales de la nueva denominación era sanitarias, fundacional y peronista.
La imagen que consiguió La Nación muestra a Ramón Carrillo, el primer ministro de Salud de Juan Perón, acompañado por Cecilia Grierson, la primera médica argentina. En el reverso se recorta la figura del Instituto Malbrán. Aunque no es la definitiva. El Banco Central también especificó las fechas de entrega: deben llegar 20 millones de billetes en junio, 60 millones en julio, la misma cantidad en agosto y otros 60 millones en septiembre.
Comúnmente un billete, entre que es aprobado y entra en circulación pasan seis meses, pero este recortaría los tiempos a dos meses y medio.
Si bien la entidad monetaria quería lanzar los 5.000 pesos en papel a mitad de año desde el ceno del gobierno se opusieron a esa medida. Sería la mismísima Cristina Fernández quien le habría dado la negativa rotunda, ella misma, cuando estuvo en el Sillón de Rivadavia fue reacia a aumentar la denominación de los billetes bajo el argumento tácito de que evidenciaban la inflación y aumentaban la expectativa de aumento de precios.
Con información de La Nación