Opinión

Miles de chicos en la mira de la muerte: hora de pensar


Editorial de Con la Gente

Editorial – Con la Gente

El sistema de salud en todo el mundo, como consecuencia del coronavirus, ha colapsado. Incluso en países desarrollados en donde la estructura sanitaria se ha visto conmovida. En los países periféricos o escasamente desarrollados, la situación es grave. Como consecuencia de ello un informe de Naciones Unidas conocido hace pocas horas (y que el Diario Con la Gente publica) da cuenta de un suceso que podría darse y que además de conmover llama a la reflexión de todos: “En los próximos seis meses un mínimo de 6.000 chicos, menores de cinco años, podrían morir diariamente de enfermedades prevenibles, debido a que la devastación de los sistemas sanitarios interrumpiría los servicios de salud de rutina”. Estremecedor.

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Esta situación, que se suma a la mortandad infantil en muchas regiones del mundo en donde prevalece la pobreza, es un llamamiento a todos los gobiernos, a todas las sociedades, a considerar que es necesario modificar políticas y conductas en un mundo que se ha caracterizado hasta ahora por centrar el interés en el aspecto más que económico financiero, descuidando el destino de la humanidad cuyo presente en general es malo y podría empeorar en el futuro.

Ingentes acciones para obtener renta a veces irreverente, han traído hasta ahora solo beneficios a un grupo poderoso y reducido de personas, en tanto muchas sociedades del mundo apenas si sobreviven o son condenadas lisa y llanamente a muertes prematuras por la inescrupulosa acción de estos grupos de poder económico.

El planeta, por otra parte, está siendo devastado, inmensos presupuestos se destinan a armamento, la educación y los educadores son sistemáticamente pisoteados y lo mismo ocurre en general con el personal de la salud que con vocación llevan adelante su labor humanitaria en condiciones muchas veces lamentables.

El informe de Naciones Unidas estremece, pero es un reactivo (debe serlo) para que todas las personas de buena voluntad modifiquen actitudes y se comprometan en valores superlativos, dejando de lado divisiones y actitudes mezquinas con miras a un mundo mejor.