Debido a la pandemia mundial del coronavirus, la tradicional peregrinación anual al santuario nacional de Fátima, los días 12 y 13 de mayo, se llevó a cabo sin la participación de los fieles
El portugués Santuario de Fátima culmina este miércoles la celebración de un nuevo aniversario de las apariciones de la Virgen, que por primera vez en 100 años lo hizo sin peregrinos en medio de las medidas de seguridad implementadas para contener la pandemia de coronavirus.
El Santuario decidió celebrar sin fieles esta conmemoración que tradicionalmente concentraba a decenas de miles de personas desde el día anterior y la Iglesia llamó a encender velas en casa y a seguir la liturgia por medios telemáticos, en una «peregrinación del corazón».
Ayer, dos peregrinos saltaron las restricciones de seguridad e intentaron llegar a la Capilla de las Apariciones, pero fueron frenados por los agentes de seguridad y quedaron detenidos por la Guardia Nacional Republicana (GNR) lusa, según informó el Santuario a medios portugueses.
En la noche del 12 y la mañana del 13 de mayo, esta ceremonia centenaria marca el día en que tres niños pastores analfabetos informaron haber visto visiones de la Virgen.
“El mundo sufrió de nuevo cambios muy profundos: cayeron imperios y, con el comienzo del nuevo siglo, vinieron guerras y revoluciones de dimensiones nunca vistas. En medio de aquel clima de depresión y miedo, Dios tuvo a bien enviar de nuevo a nuestra Santa María: Fátima es un diálogo de Dios Padre con sus hijos, a través de su Hija predilecta, nuestra Madre Bendita”, explicó al portal web Zenit el sacerdote José Antonio Senovilla, Prelatura del Opus Dei, y autor de la ponencia “Fátima y la paz”.
“Fátima es algo que el Cielo se toma muy en serio. Fátima es un compromiso. Y un grito de esperanza: ‘dejadme que os ayude… Os doy las armas, para conquistar la paz… ‘ Ése es precisamente el lema que eligió el Papa Francisco con motivo de su peregrinación a Fátima en el Centenario de las apariciones: ‘Con María, peregrino en la esperanza y la paz’”, aseguró Senovilla.
“Fátima vino en medio de una crisis mundial sin precedentes. Fátima está muy presente en esta crisis sanitaria mundial, también sin precedentes. Fátima anunció que pronto acabaría aquella Primera Guerra Mundial”, declarón el sacerdote y agregó: “Pidamos a la Virgen de Fátima que cuanto antes acabe esta nueva Guerra, contra un enemigo invisible. Y que pronto venga la Paz, esa Paz que la Virgen nos prometió. Adelantar ese momento depende también de nosotros”, describió ante la situación actual de emergencia sanitaria por el coronavirus.