El gobierno habilitó el comercio con atención al público, pero según la finalización del DNI. Este sábado salen los números pares
Desde este sábado los restaurantes, bares y confiterías en Jujuy tienen permitido abrir sus puertas para la atención al público debido a la nueva etapa de apertura ante el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Comité Operativo de Emergencias jujeño elaboró una serie de requisitos estrictos a la que los comercios se deben adaptar para combatir al virus. Se atenderá en cada comercio por terminación del DNI del cliente, que se dividen en número pares e impares.
Hace 36 días que no se registran casos nuevos en Jujuy y la nula circulación interna fueron los factores que las autoridades tuvieron en cuenta para llegar a esta medida. Además se presentó al sector la necesidad de elaborar un protocolo de bioseguridad gastronómica y turística.
Por eso se formuló el «Gastrotur», el documento contempla las normas que se deben cumplir para la apertura del local tanto en la estructura como el personal, proveedores, deliverys y clientes.
En tal sentido, algunas particularidades son para el ingreso y salida del local, que en caso de ser una única puerta debe estar dividida para evitar el contacto cercano entre clientes que entran y salen, “con cintas adhesivas u otro método”.
También se deberá colocar dos trapos de piso con lavandina diluida en agua a ambos lados del umbral, para higiene del calzado de los clientes, quienes deberán llevar barbijo, no podrán tocar la puerta y tendrán que limpiarse las manos con alcohol -gel o líquido-, suministrado por el local, durante al menos 20 segundos.
Las mesas, con servilletas y manteles sólo de papel, deberán estar equidistantes unos dos metros o separadas por barreras físicas, con capacidad máxima de cuatro personas -a excepción de grupos familiares– y contar con alcohol para uso del cliente.
El protocolo autoriza “la permanencia de hasta un 50% de la capacidad total habilitada” y determina que “los clientes que no dispongan de ubicación para sentarse deberán esperar afuera del establecimiento o en zona habilitada para tal fin”.
Para el cobro se recomienda usar medios electrónicos, con desinfección de tarjetas y dispositivos de lectura tras cada uso; y si se utiliza efectivo, una inmediata limpieza profunda de manos de quien toque el dinero.
Los mozos deberán usar barbijo y se recomienda proveer “cartas plastificadas o digitales” para información del cliente o “tener precios y menús a la vista en la entrada o colocadas en las paredes”.
“Se deberá disponer de un sobre para la recepción de las propinas, ya que el mozo no podrá tener contacto con el dinero, salvo que el mozo sea el encargado de cobrar”, precisa entre otras normas para el personal del salón.
A los clientes se les recomienda “no compartir copas, vasos o tazas, utensilios para comer, alimentos o bebidas con otras personas”, además de cumplir las reglas para acceso y salida del lugar y las pautas de la Organización Mundial de la Salud en cuanto a lavado y desinfección de manos.
Por ejemplo, en caso de toser o estornudar, indica cubrirse con un pañuelo de papel o servilleta o pliegue del codo, luego tirar el papel y dirigirse a los sanitarios y lavarse las manos y desinfectarlas.
En la cocina, además de cumplir con las normas bromatológicas y de higiene habituales y las especiales por la pandemia, se deberá “organizar el personal en grupos de trabajo o equipos para facilitar la interacción reducida entre personas”, y “mantener silencio en la cocina, evitando conversaciones innecesarias, a fin de evitar la propagación de saliva sobre los alimentos”.
Para el trabajo de proveedores el protocolo Gastrotur señala que se deberán fijar horarios que no coincidan con la atención al público y quienes hagan esa tarea deberán usar barbijo, en tanto los empleados que reciban la mercadería tendrán que desinfectar sus manos antes y después de hacerlo.
El local, agrega el documento, “habilitará una ‘zona sucia’ para recepción de mercadería y será la única zona a la que podrá acceder el proveedor”, que deberá estar controlado por una persona dedicada a la recepción de mercaderías.