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La utilización de apoyos visuales, de un lenguaje claro y la colaboración de familiares fueron algunas recomendaciones, ante una consulta o internación por coronavirus, de personas dentro de la condición del espectro autista, dadas a conocer este sábado durante el reporte diario oficial sobre la pandemia.
La psiquiatra Natalia Barrios, que trabaja con la Red Espectro Autista (RedEA) fue la encargada de dar pautas para esta población.
Las personas con esta condición «tienen dificultades para acceder a la salud y viendo que en esta situación de urgencia los médicos iban a estar en contacto con ellos, nos pareció importante hacer algunas sugerencias», dijo la profesional.
Advirtió que «es una población que está mas expuesta a las infecciones, porque muchas veces no pueden seguir las medidas de higiene necesarias, tal vez por problemas sensoriales, que impiden el uso de alcohol o de planificación para fratasarse la manos».
También explicó que pueden tener dificultades para respetar la distancia social.
Además «tienen mayor morbimortalidad, mayores comorbolidades respiratorias, cardiovasculares, y problemas inmunológicos que, en el caso de adquirir la infección, los convierte en una población de riesgo».
Las sugerencias de Barrios se centraron en que el personal de salud utilice apoyos visuales para explicar las medidas preventivas ante el coronavirus, como las pautas de higiene.
Y que en los procedimientos médicos, como los hisopados o extracciones de sangre,se les explique anticipadamente los procedimientos.
«Muchos pueden ser hipersensibles táctiles, por eso hay que avisarles si se los va a revisar y cómo», explicó la profesional.
Detalló que algunas personas del espectro autista «pueden presentar hipersensibilidad sensorial y problemas para la flexibilidad, haciéndoles muy difícil estar en una sala de espera, por lo tanto la atención debe ser prioritaria»
Y pidió considerar «el efecto eclipsador de la discapacidad» ya que «muchas veces se subestiman las advertencias que pueden indicar un problema médico o físico, que se puede atribuir a su condición».
Como «la mayoría tienen problemas para hablar, para comprender frases no literales, para expresarse, es necesario utilizar un lenguaje claro, sencillo, pausado; mirar a los ojos, y tratar a las personas según su edad cronológica».
Barrios destacó que «los familiares pueden ayudar a comunicarnos con ellos» y que ante una posible internación «hay que buscar lugares con pocos estímulos sensoriales».
Ante esta situación, las personas pueden estar acompañadas por alguien de su entorno y designar un profesional del equipo de salud que «sea su referente, y dentro de lo posible, que conserven objetos que muchos usan para contener el estrés».
La internación «rompe sus rutinas y aparecen objetos nuevos como anteojos o barbijos, por eso hay que consultar con familiares la mejor forma para ayudarlos a relajarse», indicó la psiquiatra.