Al menos ocho personas murieron y otras nueve resultaron heridas hoy a causa de un atentado suicida perpetrado en las inmediaciones del lugar donde acababa de celebrarse un encuentro de clérigos en el que también participaron centenares de fieles en Kabul, Afganistán.
«Un atacante suicida que iba a pie ha hecho detonar sus explosivos en una ruta que lleva a la Tienda Loya Jirga, donde tenía lugar el encuentro de la ulema (comunidad de estudiantes del islam y la sharia)» señaló el portavoz de la Policía de Kabul, Hashmat Stanekzai.
Aparentemente el atacante suicida no pudo superar el control de seguridad y aguardó afuera para hacer detonar sus explosivos.
El atentado ocurrió alrededor de las 11:30 de la mañana (las 4:00 en la Argentina), en el distrito policial número cinco, en el oeste de la capital afgana, cerca de la Tienda Loya Jirga, un espacio utilizado a menudo por el gobierno para celebrar conferencias y reuniones.
Según fuentes gubernamentales, entre los fallecidos está el atacante, seis civiles y un policía, mientras que hay nueve heridos, dos de ellos miembros de las fuerzas de seguridad.
«El número podría cambiar en las próximas horas», advirtió el portavoz policial.
El jefe de la Policía capitalina, Dawood Amin, detalló a través de las redes sociales que el ataque sucedió cuando los participantes en la reunión de clérigos estaban abandonando la Loya Jirga, una carpa ubicada en el reciento de la Universidad Politécnica de Kabul.
Líderes y académicos religiosos de todo el país se habían reunido en la Loya Jirga para pronunciarse sobre el conflicto en el país y llamar a los talibanes a unirse al proceso de paz propuesto por el Gobierno.
De hecho, el vocero de los talibanes Zabihullah Mujahid desvinculó a esa organización del ataque, por lo que se presume que el atentado puede haber sido perpetrado por el Estado Islámico, una organización que protagonizó los últimos atentados.
El mes pasado una acción suicida contra un centro de registro de votantes en Kabul, cuya autoría asumió el grupo yihadista Estado Islámico (EI), causó 69 muertos y cerca de 120 heridos.
Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015.