Corea del Norte renovó su cúpula militar con un cambio generacional aparentemente destinado a impulsar el proceso de apertura del régimen comunista, justo antes de la esperada cumbre con Estados Unidos prevista para el 12 de junio.
El jefe del Estado mayor del Ejército Popular norcoreano, Ri Myong-su, fue sustituido por su «número dos», Ri Yong-gil, mientras que el moderado No Kwang-chol, ex vicejefe del Estado mayor, fue designado nuevo ministro de Defensa en reemplazo de Pak Yong-sik, señalaron fuentes de Inteligencia surcoreanas a la agencia local Yonhap.
Asimismo, el general Kim Su-gil, considerado un hombre de confianza del líder supremo, Kim Jong-un, fue promovido a director del Buró General Político del Ejército, un poderoso órgano del gobierno hasta ahora encabezado por Kim Jong-gak.
Este cambio en la cúpula parece destinado a promover el acercamiento en las relaciones intercoreanas y a facilitar el diálogo con Washington, según las fuentes de los servicios de Inteligencia de Seúl citadas por la agencia de noticias EFE.
Las mismas fuentes señalaron que los militares sustituidos son conocidos por su línea dura y beligerante con Estados Unidos -especialmente los más veteranos- y por ser los más reticentes a emprender el proceso de desnuclearización al que se comprometió contra todo pronóstico el joven líder norcoreano Kim Jong-un.
Los cambios anunciados en la cúpula militar de Pyongyang se producen mientras Corea del Norte y Estados Unidos continuaron desarrollando hoy por tercer día consecutivo los preparativos en la aldea de Panmunjom, en la frontera intercoreana, para la cumbre prevista para la próxima semana.
Choe Son-hui, vicecanciller de Corea del Norte, lidera la delegación norcoreana, mientras que Sung Kim, embajador estadounidense ante Filipinas y ex enviado nuclear estadounidense, está liderando la delegación de Washington.
Los dos funcionarios mantuvieron sus rondas previas, en el mismo lugar, el 27 de mayo y el miércoles, sábado y domingo últimos.
Se espera que las dos partes se centren en estrechar sus diferencias sobre la forma de alcanzar la desnuclearización completa, verificable e irreversible de Pyongyang, como exige la Casa Blanca, por la que ofrecerá a cambio una garantía recíproca de seguridad estadonidense.
Las dos partes también podrían discutir sobre la declaración oficial del fin de la Guerra de Corea de 1950-53.
La reunión entre Trump y Kim, prevista para el 12 de junio en Singapur, será la primera en la historia entre líderes de los dos países tras casi 70 años de confrontación iniciados con la Guerra de Corea (1950-1953) y de 25 años de negociaciones fallidas y tensiones en relación al programa atómico norcoreano.
Tras varios vaivenes, e incluso la cancelación de la cita por parte de Trump ante las desavenencias con Pyongyang en torno a un posible modelo de desarme, ambas partes confirmaron esta semana que la histórica cumbre se celebrará finalmente en la fecha inicialmente pautada.