El reclamo de los reclusos se centra en la vinculación familiar al estar suspendidas las visitas
La Cámara Federal de La Plata confirmó la prohibición de entregar celulares a presos del penal de Ezeiza, quienes lo venían reclamando para vinculación familiar al estar suspendidas las visitas en medio de la pandemia por la expansión del coronavirus. El Tribunal ratificó una decisión de primera instancia que ya había rechazado el pedido colectivo iniciado por todos los presos de Ezeiza.
Los jueces Roberto Lemos Arias, César Álvarez y Carlos Alberto Vallefín tuvieron en cuenta que el Ministerio de Justicia entregó 14.000 tarjetas telefónicas para que los presos puedan comunicarse con sus familiares y en concreto en Ezeiza se dieron 2.400, siendo la población carcelaria total de unos 2.395 detenidos.
Además, que se instalaron 16 salas de videoconferencia que permiten también el contacto aunque los organismos de derechos humanos se quejaron que ello permite poco tiempo de contacto de presos con sus familias por la poca cantidad de equipos. No obstante, el Tribunal hizo un cálculo a partir de esas 16 salas de videoconferencia que funcionan 9 horas diarias y permiten de esta forma que un preso pueda acceder a una videoconferencia de 15 minutos cada al menos cinco días o menos.
«Tomando en cuenta la existencia de líneas telefónicas fijas existentes en los pabellones, las medidas implementadas constituyen un aceptable medio de compensación de las restricciones originadas en la suspensión de las visitas, guardando correspondencia de lo sugerido por los organismos de protección de derechos humanos», evaluó el Tribunal.
«No se aprecia la necesidad de habilitar el ingreso de teléfonos móviles, lo que debe procurarse es más bien una compensación de la restricción de las visitas que aquí parece lograrse mediante las medidas adoptadas que son las sugeridas por los organismos a los que nos referimos», sostuvo la Cámara al ratificar el fallo del juez Federico Villena de primera instancia.