Política y Economía

Querellantes pidieron que se revoque la pirisón domiciliaria al represor de la Esma


Reclamaron "dejar sin efecto" la medida que se ordenó a raíz de la pandemia. El escrito fue acompañado con firmas de Madres de Plaza: "Rechazo y repudio"

Dos querellantes en la causa por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA durante la última dictadura militar pidieron que se revoque la prisión domiciliaria concedida al represor condenado Carlos Capdevila, una decisión que, dijeron, les generó «rechazo y repudio».

En un escrito presentado en los tribunales federales de Retiro, los querellantes Carlos Lorkipanidse y Patricia Walsh reclamaron «dejar sin efecto» la medida que se ordenó a raíz de la pandemia de coronavirus, informaron fuentes judiciales.

El escrito fue acompañado con firmas de Madres de Plaza de Mayo, referentes de organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. En la presentación sostuvieron que la decisión les generó «rechazo y repudio».

Los querellantes pidieron que se «deje sin efecto» la prisión domiciliaria que otorgó el Tribunal Oral Federal 5 al ex médico militar que atendió partos de secuestradas en el centro clandestino de detención que funcionó en la ex ESMA,

La decisión del juez Daniel Obligado, de ese Tribunal, podrá ser revisada en la Cámara Federal de Casación Penal.

Obligado otorgó la prisión domiciliaria, a cumplir en un domicilio de Córdoba capital, por las «circunstancias particulares» de Capdevila, vinculadas con su edad y estado de salud, ante la pandemia.

El ex médico de la Armada está condenado en al menos tres causas por delitos de lesa humanidad cometidos en ese centro clandestino de detención y hasta el fallo del Tribunal Oral cumplía su pena en la cárcel de Ezeiza.

En la resolución que concedió el arresto domiciliario, el juez evaluó que el represor está por cumplir 70 años y tiene «hipertensión arterial, cáncer de próstata y dificultades motrices», explicaron fuentes judiciales.

Capdevila intervenía en los partos de secuestradas en la maternidad clandestina que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y además, según las causas judiciales, supervisaba las torturas a los secuestrados.