Política y Economía

«Las medidas son importantes para sostener con vida la industria nacional»


Ariel Schale, secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, destacó las decisiones que viene tomando el gobierno de Alberto Fernández

El secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale, afirmó que las medidas que está adoptando el gobierno ante la pandemia de coronavirus «son suficientemente importantes para sostener con vida a la industria nacional».

Schale, histórico directivo de la Fundación Pro Tejer y con experiencia en la gestión pública nacional y bonaerense, resaltó en una entrevista con la agencia Télam que el comercio internacional está enmarcado en «una batalla comercial sin precedentes» que va a recrudecer tras la crisis sanitaria global.

En lo que respecta al plano regional, el funcionario dijo que «la Argentina y el Mercosur tienen cuestiones pendientes en su agenda de competitividad».

-¿Cómo evalúa el impacto de la pandemia en el tejido productivo y en el industrial, en particular, que ya venía de años de caída de actividad y empleo?

-Argentina viene de un proceso de desindustrialización severo, con 21 meses consecutivos de caída de la actividad, 45 meses de destrucción del empleo industrial y cuyo mercado se achicó en los últimos 4 años un 25%. Y ahora estamos ante una crisis sin precedentes y ante la necesidad de parar la actividad en buena parte del entramado industrial con realidades dispares en función de los sectores. Pero también es sin precedentes en términos de políticas públicas, porque no hay antecedentes en términos de la reparación, por la ambición y profundidad del despliegue de medidas por parte del gobierno nacional que son suficientemente importantes como para sostener con vida a la industria nacional y garantizar la consignas de política sanitaria para que no mueran argentinos.

-Ante un aislamiento que se prolonga, ¿analizan la continuidad de algunos programas de asistencia que se pensaban otorgar por única vez?

-Quizás cambiemos instrumentos y haya modificaciones en función de las necesidades que vayamos identificando como lo hicimos hasta ahora. Lo que va a estar seguro es la asistencia. No vamos a dejar que ninguna pyme caiga, es un objetivo de política industrial. Pero los programas de asistencia son el pilar de la estrategia de sostenimiento del entramado productivo. Estamos verificando día a día el alcance y la efectividad de las medidas para garantizar que los objetivos de sustentabilidad se cumplan y está claro que cuando se confirmó la prolongación de la cuarentena se intensificaron con mayo alcance y profundidad. Es un esfuerzo de 3 puntos del PBI mas de 850 mil millones de pesos.

-Desde el sector productivo hubo planteos sobre el rol de los bancos en agilizar la ayuda oficial ¿Hay que discutir una redefinición del sistema financiero?

-Tenemos un sistema financiero que emerge de la lógica especulativa. La Argentina que recibimos no podía tener otro sistema financiero que ese, y el trabajo que tenemos es de revertir los esquemas de incentivo y poner a la banca en un rol central, que es justamente bancar al que invierte en innovación, producción, en desarrollo y generación de trabajo. Y eso significa hablar de otra argentina y otro sistema financiero.

-¿Cómo se encara un proyecto de recuperación productiva en un contexto de comercio internacional que se está volviendo mucho más voraz?

-Lo que entendemos de una perspectiva general es que el comercio internacional esta enmarcado en una batalla comercial sin precedentes, manifestación de la verdadera batalla de la preservación de los mercados de trabajo. Vemos un cambio paradigmático en los procesos de globalización con la industria 4.0, la introducción de la robótica y la inteligencia artificial, en el que la industria vuelve a ser un factor estratégico como usina de trabajo humano. Nos enfrentamos a un comercio internacional mas restringido donde las potencias como nunca van a estar enfrascadas en sus propias estrategias de desarrollo, y es parte de la dinámica que tenemos que incorporar. El objetivo es nuestro desarrollo industrial y vamos a desplegar una política comercial que será esencial en la política de desarrollo mixta, tal cual lo hacen los países desarrollados.

-¿En esa estrategia de desarrollo, el Mercosur tiene que reformularse?

-No diría una reformulación del Mercosur. Tiene tareas pendientes en su agenda interna importantes. Hay mucha musculatura que desarrollar y fortalecer en nuestros propios capítulos de competitividad internacional que hacen al desarrollo de infraestructura, mecanismos de coordinación de políticas y una serie de instrumentos que el bloque tiene mucho trabajo por hacer. Después una discusión que se está dando hoy respecto de las velocidades en que debemos encarar la agenda de relacionamiento externo con otros bloques y países.

-Y en ese tema en pleno debate, ¿qué análisis hace de la decisión argentina de no acompañar la continuidad de las negociaciones con otros países?

-Argentina viene de un proceso de enorme desorden macroeconómico, ante un proceso de renegociación de brutal endeudamiento externo y una pandemia que nos pone frente a una crisis sin precedentes y con una agenda de no competitividad sistémica que nos espera para trabajar con nuestro sistema impositivo, la enorme carga fiscal que tienen nuestras industrias, el costo de la energía, la falta de infraestructura y una serie de factores que debemos resolver antes de tener una agenda agresiva en términos de consagración de tratados de libre comercio. ¿Qué le vamos a exportar al mundo? ¿80% de tasas de interés que fue lo que rigió en los últimos cuatro años en la Argentina? ¿El costo de la energía más cara de la región ? Estas son cosas que debemos resolver, Argentina y el Mercosur tienen cuestiones pendientes en su agenda de competitividad, y estos son los puntos que tienen que prevalecer frente a la válida ambición de nuestros socios en términos de su relacionamiento externo.