El niño recibió un fuerte golpe en la cabeza. Fiscalía allanó la comisaría en busca de material para esclarecer lo sucedido
Un niño de 10 años resultó herido en la localidad de San Lorenzo cuando la policía intentó demorar a un menor que circulaba sin permiso y con una moto sin papeles, y vecinos del lugar intentaron impedirlo. Hay versiones encontradas por lo sucedido y se allanó la comisaría donde trabajan los agentes que participaron del procedimiento. El chico fue trasladado al Hospital Vilela con traumatismo de cráneo y hundimiento facial, y fue operado este viernes.
Todo ocurrió cerca de las 21 en Fournier y Clemente Alvelo, en San Lorenzo. Personal policial realizaba un patrullaje en la zona cuando observó a un joven que iba arrastrando una moto. Según indica el parte policial, el muchacho quiso ocultar el vehículo detrás de un camión al notar la presencial de los agentes e irse caminando.
Cuando los policías bajaron del móvil para demorarlo, por no tener ni permiso para circular ni papeles de la moto, explicó que había salido a hacer un mandado y que no era suya ya que se la habían prestado.
Los agentes quisieron introducir al joven, de 17 años, dentro del patrullero y según relataron los policías, un grupo de personas se acercó para impedirlo. Pidieron refuerzos al 911 y, siempre según el relato de los agentes, en ese momento se produjo un focejeo entre uno de ellos y un hombre que lo agredió.
En ese marco, empezaron a caer piedras, y una de ellas impactó en un niño, que cayó pesadamente al piso y le empezó a sangrar la cabeza. Los policías desistieron entonces de la aprehensión del joven y trasladaron al chico, de nombre Luciano, con su padre al hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo.
En el lugar le diagnosticaron traumatismo de cráneo con hundimiento facial y se lo derivó luego al Hospital de Niños Víctor J. Vilela de Rosario, donde quedó internado y fue operado este viernes.
Sin embargo, otros testimonios indican que el niño fue directamente agredido por los policías y por ello, Fiscalía ordenó el allanamiento de la comisaría séptima de la UR XVll para la identificación de los agentes policiales que intervinieron el procedimiento. Se secuestraron armas de fuego utilizadas en el mismo y material de interés para la causa, procedimiento llevado adelante por la División Judiciales.
Además, se solicitó toma de testimonios a testigos del hecho y a familiares de la víctima.