El objetivo del equipo económico de Fernández es acceder a un mayor stock de pesos sin generar una emisión monetaria que se torne inmanejable
El gobierno nacional está trabajando en la elaboración de nuevos instrumentos en pesos que podrían ser ofrecidos a los ahorristas locales que tienen su dinero en plazos fijos, para poder mejorar el financiamiento de la crisis sin que se dispare la emisión monetaria por los riesgos inflacionarios que eso conlleva.
La premisa desde la que parte el ministerio de Economía que conduce Martín Guzmán es que «pase lo que pase» con la negociación de la deuda externa, la Argentina no volverá a tener acceso rápido al mercado de capitales internacional para financiarse y, además, la intención oficial es no seguir engrosando la exposición en dólares del país.
Según calificadas fuentes oficiales consultadas por la agencia de noticias NA, ahora el objetivo es acceder a un mayor stock de pesos sin generar una emisión monetaria que se torne inmanejable en el mediano y largo plazo, por lo que se apunta a acceder al dinero «ocioso» que está en los bancos públicos y privados.
Por ello, Guzmán y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, están trabajando en una iniciativa para que a medida que vaya disminuyendo el stock de Letras de Liquidez (Liliq) y de pases pasivos, el Tesoro pueda ir tomando parte ese dinero a cambio de bonos con una tasa de interés atractiva.
La idea es acordar con los bancos para que liciten los bonos que serían lanzados al mercado y que promuevan el acceso entre los ahorristas, para que puedan comprarlos: el anzuelo sería una tasa de interés bastante superior a la que actualmente pagan los plazos fijos, que se encuentra en el 22% promedio.
Es parte de un plan más amplio pensado para la salida de la parálisis que generó la cuarentena, con la idea de que se inyecte más dinero en la economía y, a su vez, con tasas más accesibles para el sector productivo, dijeron las fuentes consultadas por NA.
El plan de desarrollo de instrumentos de crédito interno que elaboran Guzmán y Pesce, con el respaldo del presidente Alberto Fernández, tiene otros propósitos como restablecer la confianza en el peso y evitar así que los ahorristas vayan al dólar, después de que el tipo de cambio informal y en la Bolsa se hayan disparado generando una brecha del 70% con el oficial.
Según las fuentes consultadas, estas medidas que aún no están finalizadas serán anunciadas en las próximas semanas.