Un informe de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines resalta un presente crítico de este rubro en todo el país en medio de la pandemia del coronavirus
Seis de cada diez industrias del sector maderero registraron caídas superiores al 70% en las ventas, debido al impacto de la cuarentena dispuesta por el gobierno para controlar la pandemia del coronavirus.
La muestra abarca a casi todas la provincias y fue realizada por la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), que reveló también que para el 78% de los consultados las caídas son mayores al 50%.
Según el sondeo, el 75% de las empresas de muebles tiene retracciones superiores al 70%, de acuerdo con el relevamiento del que participaron 330 empresas del rubro.
«A pesar de que el sector fue considerado esencial en algunos eslabones de la cadena, el impacto del cierre de locales comerciales a la calle y el freno a la obra pública-privada pusieron al rubro en una situación extremadamente delicada», agrega el estudio.
Dentro del segmento pymes, el 72% considera que no está seguro de poder abonar el salario de abril o que podrá hacerlo solo hasta un 50% del total.
Se agrega además que el 55% del total no tiene canales de venta online para suplir el cierre de locales.
Respecto a variables financieras el 60% de la muestra aún no pudo acceder a la línea de crédito al 24% al mismo tiempo que el 57% indica la presencia de cheques rechazados en abril.
«Entre los motivos para la falta de acceso al crédito se destacan la deficiencia en la información por parte de las entidades sobre todo lejos de los principales centros urbanos, la exigencia de la nómina completa de empleados en esa entidad y el pedido de mayores garantías desconociendo el FoGAR», agrega el informe.
Señala que «ante esta situación la mayoría de los encuestados para afrontar sus compromisos financieros procedió a la descapitalización de las empresas, el diferimiento de algunos pagos o el acceso a líneas crediticias más caras que las oficiales».
«El pago de salarios en los próximos meses junto con el tiempo que lleve la recuperación del consumo se revelan como las principales fuentes de preocupación», indica.